O tempora, o mores
Es frecuente oír decir —en toda la gama de grados, admite el autor— que los malos hábitos y actitudes de la juventud son indicio del ineludible colapso de nuestra civilización.
Una original contraargumentación erudita consiste en la observación de que afirmaciones análogas se han registrado casi desde que el hombre es hombre y sabe dejar por escrito constancia de sus pensamientos: de los antiguos Egipto, Babilonia, Grecia o Roma, quedan fragmentos en que se leen lamentos de esa índole. El lector intereado encontrará en The Generation Gap In Antiquity una lista que, necesariamente, no puede ser exhaustiva.
El autor quiere hacer notar, sin embargo, que esas civilizaciones ya no existen.