Leer libros vs interactuar con ellos

Leer libros es, en muchas ocasiones, una pérdida de tiempo. Muchos contienen con suerte y a lo sumo tres o cuatro ideas interesantes que se estiran cansina y reiteradamente a lo largo de 200, 300 o hasta 500 páginas. No obstante, una vez comenzado un libro muchos desarrollamos cierto sentido de responsabilidad para con él: tenemos que terminarlo por más que advirtamos que, en el fondo, estamos perdiendo el tiempo.

Por eso es tan liberador el artículo Reading books vs. engaging with them. Por un lado, nos enseña que no estamos solos: somos muchos los que sentimos esa pulsión por terminarlos. Pero también que leerlos de tapa a tapa, frecuentemente, subóptimo.

Hay libros que merece la pena ser leídos, sin duda. Pero antes de embarcarse en la lectura cuidadosa de alguno, el autor recomienda:

  • Echarle un vistazo por encima. Según el autor, en ocasiones basta con el título y esas 2-3 frases con que la gente lo resume. Es, esencialmente, un criterio de descarte.
  • Leer algunos resúmenes o críticas del libro.

Solo entonces cabe plantearse si emprender el esfuerzo de leerlo con más o menos atención.

Coda

Tenía en mi lista de lectura el libro To Save Everything, Click Here: The Folly of Technological Solutionism. Comencé a leerlo recientemente y me desesperó constatar que el argumento, sumamente interesante, no acababa de avanzar. Los resúmenes que leí de él confirmaron mi sospecha: que el libro no iba mucho más allá de lo que ya apuntaba el título y su introducción y que el argumento estaba sobreexplicado. Un crítico se preguntaba: De verdad es necesario criticar “cada” caso de…? Lo cerré y ya no más. Sin remordimiento.