Confía en mí, estoy mintiendo, etc.
Pese a la aparente contradicción, escribo para recomendar un libro que dudo en terminar de leer: Confía en mí, estoy mintiendo; confesiones de un manipulador de medios.
Como casi todos los libros del género no-ficción pop, está muy sobrado de páginas. Con veinte o treinta más una serie de capítulos opcionales para entretenerse con anécdotas, bastaría. La industria editorial prefiere aferrarse a la tradición que establece las dimensiones físicas mínimas de ese objeto que llamamos libro que a mantener un ratio razonable entre ideas relevantes y número de palabras. Pero ese problema endémico en todo el género no quita para que este sea un librito más recomendable que muchos otros.
Los incentivos dan forma a las industrias. Los incentivos están condicionados por la tecnología, término que uso aquí en sentido amplio de manera que incluya también la regulación. El libro se resume en dos ideas: los medios, como industria, están condicionados por la tecnología —y ahora uso aquí el término en su acepción estrecha: internet, cookies, imprentas, grandes plataformas, etc.— y, además, particularmente, por las carencias de dichas tecnologías.
La principal carencia tecnológica que aqueja a los medios es que no saben quién los está leyendo y la publicidad, que es la que los financia, se asigna usando la muy mejorable fórmula de una visita, un voto. De ahí se siguen necesariamente todos los problemas que identifica el autor del libro en el conglomerado mediático. En ese sentido, acierta mucho el autor en recomendar echar la vista hacia atrás y repasar la manera en que se ha venido haciendo periodismo históricamente, glosar cómo ha ido cambiando de la mano y advertir cómo ha regresado al periodo decimonónico de la prensa amarilla en el que los mozos que vendían periódicos en las esquinas gritaban mismo clickbait que encontramos hoy en los agregadores.
Pero una cosa es intuirlo, otra saberlo y una tercera es alguien abra la trastienda y le encuentre las vergüenzas a una industria con un funcionamiento muy mejorable. Una de las consecuencias de la lectura del libro es que voy a reducir aún más mi consumo de noticias y voy a ser —aún más— selectivo con las que me digne a hojear.