Modelos mentales

I.

Porfirio es conocido por su análsis del género y la especie. Un gato es un mamífero (género común) con ciertas características propias (diferencia específica). Esa manera de definir términos, de hecho, procede de él.

Pero no he visto aplicar el binomio género-especie al mundo de la epistemología, siendo tan patentes los paralelismos. El género vendría a ser una idea del mundo preconcebida y genérica, una priori. La especie, esa adecuación de lo general a lo particular, resultado de algún tipo de argumento bayesiano.

Lo genérico, la idea de mundo, no tiene que ser perfecta; ni siquiera adecuada. Basta que sirva como referencia para trazar distingos.

II.

Ya no sé cómo aprendía cuando era niño. Aprender tenía que ser un proceso muy arduo, supongo.

Hoy en día, aprender es partir de un genérico ya conocido y aplicarle las diferencias específicas oportunas. Un proceso mucho más rápido y llevadero. El otro día lo comentaba: en ciertos ámbitos estoy a un milímetro del 100% del conocimiento; pregúntame lo que quieras, déjame consultar una referencia de reojo durante unos segundos y te doy la respuesta. No porque sepa mucho (de poderse medir en MB), sino porque poseo una serie de modelos del mundo idóneos.

III.

Esto que cuento enlaza tanto con Doxa, episteme y gnosis: una reinterpretación bayesiana por el lado optimista como con Trapped Priors As A Basic Problem Of Rationality por el pesimista.