Sobre cómo los LLMs mitigan el problema de la comunicación asíncrona

Esta entrada elabora en las ideas contenidas en el vídeo Don’t Trust Me, I’m an Influencer de Sabine Hossenfelder añadiéndole un pequeño comentario.

El vídeo discute los problemas inherentes a la comunicación —no solo la que ocurre entre los influencers y su público— y discute tres conceptos relevantes:

  • La falta de pistas no verbales en la comunicación en línea, que dificultan la interpretación.
  • La diferencia entre la comunicación síncrona y asíncrona y cómo la primera permite resolver dudas en tiempo real mientras que la segunda, no.
  • Las relaciones parasociales que se establecen entre los creadores y su audiencia y cómo a veces se pueden conducir a conflictos innecesarios en los que no merece la pena involucrarse.

¿Qué puedo añadir a lo anterior? Que los LLMs hoy en día desdibujan la diferencia entre la comunicación síncrona y asíncrona. Uno siempre puede interrumpir la visualización de un vídeo o la lectura de un pasaje que contienen conceptos que a uno se le escapan y pedirle aclaraciones a su experto de bolsillo.

La tecnología ha creado un paraíso para nosotros, un paraíso inimaginable unos pocos años atrás: el de poder llevar siempre encima un experto en un millón de temas. Por eso encuentro tan irritantes los intentos de muchos por poner ángeles blandiendo espadas de fuego en la puerta de esa nueva Jauja que la humanidad se ha dado a sí misma.