Política

Recordatorio periódico: el rol del estado

En España es popular un discurso según el cual el estado tiene un papel fundamental en la provisión de sanidad y educación. Como si proporcionar sanidad y educación es el fin y la justificación del estado (y de las servidumbres asociadas a su existencia, como los impuestos, etc.). (Obviamente, “sanidad y educación” es solo un meme tamaño pancarta (o tuit): en realidad, los que lo defienden no quieren decir que el estado deba restringirse a esas tareas, pero es no obstante significativo que se trate de las que subrayen con mayor ahínco). Cuando sanidad y educación son servicios que en muchas sociedades exitosas son de provisión privada —aun cuando el estado desempeñe en ellas cierto papel corrigiendo algunos desajustes del mercado—.

Veblen, clase ociosa y progreso tecnológico

Le he preguntado a Claude acerca de Veblen, lo que él llama la clase ociosa y su relación con el desarrollo tecnológico. En particular, si esta clase ociosa tiene algún tipo de interés, siempre según Veblen, en sabotearlo. Me ha dicho esto:

Thorstein Veblen, un economista y sociólogo estadounidense, introdujo el concepto de la “clase ociosa” en su libro de 1899 “La teoría de la clase ociosa”. Aunque Veblen no argumentó explícitamente que la clase ociosa intenta sabotear el progreso industrial y tecnológico, sí presentó ideas sobre cómo esta clase puede impedir el desarrollo económico y social. Aquí hay algunos puntos clave sobre las ideas de Veblen acerca de la clase ociosa y su relación con el progreso:

Medios antilombriz

Cultivo lombrices en casa —capturé unos cuantos ejemplares en la orilla del río— con la esperanza vagamente inspirada en conocimiento científico de que, en el momento en que se afiance y crezca la colonia, me ayuden a transformar basura en suelo rico para las macetas.

Hay medios (de comunicación) que funcional al revés: transforman información rica pero que no puede ser adecuadamente procesada por el ciudadano del percentil 60-70 para abajo, en basura informativa fácilmente asimilable. Podríamos considerarlos males necesarios para que la democracia opere de manera mínimamente popperiana.

Carreteras en España vs carreteras en Francia

Acabo de regresar de un viaje por Francia (centro y sur). Observo:

  • Las carreteras (obras públicas por excelencia) son mucho mejores en España que en Francia.
  • Además, en España, muchas estaban en obras (y en Francia no).

Obviamente, estas aseveraciones son producto de una mera inspección visual por la ventanilla del vehículo que me desplazaba, sin pretensión alguna de validez estadístico-muestral.

Esta entrada trata de construir un modelo mental compatible con de este fenómeno, de serlo. Ahí va.

"Caricaturas antropológicas" que subyacen a ciertos posicionamientos políticos

Me ha llamado siempre la atención cómo el posicionamiento político de determinados —¿todos? ¿muchos?— individuos parece emanar de unas escuetas caracterizaciones antropológicas, unas caricaturas sobre cómo es el hombre, a las que se aferran. Algunos ejemplos:

Oí contar una vez —y espero que la memoria no me falle aquí— que para Peces Barba, los marbetes de izquierda y derecha eran consecuencia directa de la respuesta que sus portadores hacían a la pregunta: ¿Vd. cree que la gente, en general, es buena o mala?

Sobre la insaculación

I.

Hay un libro no particularmente bueno —por lo optimista—, Against elections : the case for democracy, sobre el asunto: elegir candidatos a lo que sea por medios plebiscitarios acarrea una serie de consecuencias indeseables que se eliminarían mediante el procedimiento de la insaculación, es decir, la selección al azar (donde el nombre de los candidatos se mete en un saco y una mano inocente extrae uno después de revolverlos todos mucho).

Así es como va asentándose el "totalitarismo democrático"

Cito de Generación porno: el sexo extremo, nuevo tutor de los niños y jóvenes españoles:

Bajar los brazos no puede ser una opción. Puesto que somos ya conocedores de los efectos que el abuso de la pornografía tiene en algunos de esos cerebros todavía en crecimiento. El desistimiento habitual ante lo tecnológico —¡no se pueden poner puertas al campo!— o el relativismo extremo sobre la supuesta gravedad del presente —¡los adolescentes siempre han consumido porno!— sucumben ante la mínima prueba del algodón.

Tiene que ser muy barato comprar la opiníón de los medios de comunicación, así que...

Hace años tuve ocasión de hablar con una señora de ya cierta edad que me contaba cómo uno de sus primeros trabajos, en la época de la transición, había consistido en emitir cheques con los que el gobierno de España pagaba a articulistas extranjeros cuyas piezas convenían resultaban convenientes a sus intereses. Desde entonces he permanecido alerta a indicios de que lo que leo en la sección internacional —particularmente en ella— pueda ser un publirreportaje de parte.

Sobre los indultos

Sé lo justito de derecho, particularmente del penal. Sé más de informática y, por lo tanto, se me excusará que trate el primero y, en particular, lo que concierne al indulto, de manera analógica.

El sistema del derecho penal se parece a un sistema informático complejo. Piénsese en el que gobierna las operaciones corrientes en un banco: transferencias, nóminas, contrataciones, recibos, etc. Es una secuencia de instrucciones if-then: si se dan unas condiciones, se activan unos procedimientos. Y ya. El derecho penal se parece mucho a eso. El mismo código penal parece una sucesión de instrucciones del tipo if-then: al que robare, etc., se le impondrá una pena etc.

Los tres estados hogaño

Nota previa: El tercer estado de los libros es esto.

Un modelo simple para entender cómo se organiza el mundo de la política hoy en día es razonar en términos de los tres estados contemporáneo. Que a falta de otra denominación tan breve y descriptiva como la que ofrezco llamaré de los productores, los burócratas, y,… ¿cómo llamaría al tercero? La verdad, solo se me ocurre parásitos y no me atrevo a usar el término por lo de potencialmente deshumanizante de la metáfora. Pero creo que se me entiende.

¿Por qué la regulación favorece sistemáticamente al "incumbente"?

Es muy recomendable ver Regulation is the Friend of the Incumbent. En esa charla, Bill Gurley ofrece cierta —porque no deja de ser personal o subjetiva más que sistemática— de a quién favorece la regulación: al incumbente, al que está.

Pero no nos dice por qué, siendo como es tan sencillo de explicar.

Imaginemos que se reparte una herencia. Hay cinco herederos pero los las gestiones y los detalles últimos del reparto las realizan dos de ellos exclusivamente. ¿Qué cabe esperar?

Totalitarismo, autoritarismo, democracia y todas esas cosas

Traduzco (de aquí):

Uso la palabra totalitario con el significado de que el gobierno controla todos los aspectos de la vida y autoritario con el de que el gobierno es una dictadura sin controles y equilibrios. Lo opuesto a totalitario es libertario o simplemente libre; lo opuesto a autoritario es democrático. Creo que el totalitarismo y el autoritarismo están correlacionados, pero representan dos conceptos diferentes, y que tiene sentido evaluar las democracias según su grado de totalitarismo. Mi forma ideal de gobierno sería principalmente democrática y en gran parte no totalitaria, en el sentido de que el gobierno controlaría una parte limitada de la vida, la esfera pública, y decidiría qué hacer con esa parte a través de un proceso democrático.

Irracionalidad racional

A cierta gente se a la acusa de irracional por decir cosas como esta:

— ¿Es este el verano más caluroso que recuerdas?
— No, en absoluto. Sin ir más lejos, en 2003…

Se sigue un diagnóstico de irracionalidad: ¿por qué no consulta Vd. los registros históricos de temperatura? ¿No sabe Vd. que la memoria juega malas pasadas? ¡La ciencia sicológica lo tiene plusquamdocumentado!

El problema, sin embargo, estriba en que el diálogo anterior suele ser un extracto de una conversación más larga: