Un non sequitur aparente en "Los peligros de la moralidad"

Estoy comenzando a leer el (muy recomendable) libroLos peligros de la moralidad de Pablo Malo. Como no lo he terminado aún, debería entenderse todo lo que sigue aquí como crítica tentativa. Solo quiero hacer constar un problema que he detectado en la estructura y argumento fundamental del libro tanto por el resumen que de él se hace en la introducción como por la lectura de los primeros capítulos.

Estoy precisamente en los que describen la moralidad como un tipo de comportamiento moldeado por la evolución, una adaptación al medio. Nos comportamos como lo hacemos y seguimos unas reglas morales y no otras como producto de la evolución y la selección natural: son las más idóneas para nuestra supervivencia como especie (¿cómo individuos también?). Que es algo con lo que, en en principio, no tengo ningún problema.

¿Una ética a prueba del paso del tiempo?

A Holden Karnofsky le aterra pensar qué dirán de él en el futuro. Nos lo cuenta en Future-proof ethics donde viene a decir que la ética del sentido común imperante en un momento histórico concreto no ha funcionado correctamente y se plantea la conveniencia o necesidad de adecuar su comportamiento al nivel de exigencia ética del futuro. Supongo que para que no le pasen a sus estatuas lo que a las de Colón, supongo.

Indicios del repliegue de la globalización

La globalización está en repliegue. Nunca fue del gusto de determinados sectores ideológicos, pero trajo consigo años de bonanza económica que, qué duda cabe, acabaremos echando de menos.

Habría que hacer algún estudio cuantitativo al respecto, pero no cabe duda de el lenguaje de la soberanía económica, agrícola, energética, militar, tecnológica, etc., está de vuelta y lo hace con fuerza. (Un ejercicio recomendado es el de buscar en la prensa artículos con la etiqueta “globalización”, como los de El País o El Confidencial).

Utilitarismo vs "paretianismo": una descripción gráfica

Utilitarismo y paretianismo (no volveré a marcarlo en lo sucesivo) son dos criterios de aceptabilidad de una determinada medida. Pero nada mejor para entenderlos y compararlos que la siguiente gráfica (extraída de un libro de Joseph Heath que no viene al caso):

Trolley problem

Creo que lo dice todo. Pero para que no haya lugar a dudas, lo que sigue.

El cuadrante que muestra la figura muestra potenciales estados del mundo. Sus coordenadas en los ejes X e Y muestran la utilidad de dicho estado para los jugadores 1 y 2. La situación actual está representada por el punto grueso (llámese $x_0$), que determina utilidades $U_1(x_0)$ y $U_2(x_0)$ para los jugadores 1 y 2.

Leer libros vs interactuar con ellos

Leer libros es, en muchas ocasiones, una pérdida de tiempo. Muchos contienen con suerte y a lo sumo tres o cuatro ideas interesantes que se estiran cansina y reiteradamente a lo largo de 200, 300 o hasta 500 páginas. No obstante, una vez comenzado un libro muchos desarrollamos cierto sentido de responsabilidad para con él: tenemos que terminarlo por más que advirtamos que, en el fondo, estamos perdiendo el tiempo.

En pro de la cantonalización de los partidos políticos

Esta es una entrada en pro de la cantonalización de los partidos políticos españoles, i.e., de la fragmentación regional de los grandes partidos. Cantonalización tiene connotaciones negativas en España y seguro que suscita un distanciamiento con respecto a la tesis defendida aquí en muchos. No es interés del autor tratar de, dirían algunos, cohonestar el término o apuntar algunos de sus defectos —previstos o no por el autor— sino plasmar una propuesta de cantonalización de los partidos políticos como solución —siempre parcial, como es de necesidad en el ámbito político— a algunos de los problemas concretos que plantea el actual estado de las cosas.

GDPR vivida

Mario Conde es abogado. Todos sabemos que pasó una temporada en la cárcel. Menos conocido es que acabó escribiendo un libro —que, obviamente, no he leído— con un título que dice muchas cosas: Derecho penitenciario vivido. Supongo que podrían escribirse muchos otros libros similares acerca de cualquier otra ley: ley orgánica de la educación (cualquiera de ellas) vivida, etc. Cada uno podrá traer sus propios ejemplos.

Lo que podemos aprender del título de ese libro es que media —o puede mediar— una distancia considerable entre los pretendidos efectos de la ley —frecuentemente glosados en el preámbulo en términos nada sorprendentemente optimistas de su aún no probada eficacia— y los que se obtienen tras su entrada en vigor. (Escribe esto alguien que en 2007-2008 se ganaba la vida reescribiendo en forma de software la norma internacional imperante en el momento, Basilea II, para reducir la probabilidad y mitigar el impacto de una crisis del sistema global de crédito. El colapso de Lehman Brothers lo sorprendió picando código.)

Orientación política vs flujos de información

Mucho se ha discutido sobre las causas subyacentes de las orientaciones políticas. Frecuentemente se buscan en el ámbito de los valores. Esta entrada, sin embargo, quiere abundar en una dimensión alternativa del debate: el que relaciona las opciones políticas con las intuiciones acerca de la efectividad de los dos sentidos potenciales de los flujos de información.

Muy esquemáticamente, la información puede fluir hacia arriba o hacia abajo. Un ejemplo de información que fluye hacia arriba: dos ciudadanos acuerdan hacer algo conjuntamente y firman un contrato a tal efecto. El estado, desde arriba, observa ese contrato y deja hacer. Es, de alguna manera, consciente de que esos ciudadanos, conocedores de sus circunstancias particulares, han llegado a un acuerdo si no óptimo, al menos, adecuado a ellas. El estado, pues, se limita a hacer valer ese contrato en caso de posterior disputa.

¿Quién construye las cosas?

Cuenta Émile-Auguste Chartier en su obra Propos d’un Normand 1906-1914 de 1908 cómo construían los polinesios sus canoas:

Tout bateau est copié sur un autre bateau… Raisonnons là-dessus à la manière de Darwin. Il est clair qu’un bateau très mal fait s’en ira par le fond après une ou deux campagnes, et ainsi ne sera jamais copié… On peut donc dire, en toute rigueur, que c’est la mer elle-même qui façonne les bateaux, choisit ceux qui conviennent et détruit les autres.

Se ve que los nematodos maximizan la utilidad esperada

La economía clásica supone que los agentes son racionales. Por algún motivo, se ha dado a entender que dichos agentes son seres humanos y de ahí el mito del homo economicus, etc. aunque bien sabemos que pueden ser empresas u otro tipo de organismos no sujetos (directamente) a la tiranía de la endocrinología.

Uno de los descubrimientos de la economía (o de sus críticos, finalmente cooptados) es la de que los seres humanos no actúan necesariamente de acuerdo con los principios axiomáticos sobre los que se basa la economía clásica. Concedido.

Lo justo y lo eficiente

La entrada de hoy quiere dejar constancia de una subidea potencialmente poderosa extraída de A Positive Account of Property Rights (o, más propiamente, una observación empírica): suele haber una concordancia entre lo que es justo y lo que es eficiente.

Obviamente, lo que es justo quiere indicar lo que en una determinada sociedad y momento histórico se considera justo (o bueno, o conveniente, o,…). Así, justo no se refiere exclusivamente al derecho, aunque se solape con él.

La disidencia, ¿"bug" o "feature"?

Esta entrada es producto de unas reflexiones que me vinieron a la cabeza el otro día mientras un par de antivacunas se explicaban larga y redundantemente.

No era gente estúpida —ambos eran físicos, uno de ellos doctor— pero como los argumentos —ya sabemos que el logos no es la mula sino el carro, ¿no?— me aburrían, me entretuve ponderando la siguiente hipótesis, que convengo, es altamente hipotética.

Sabemos, y ya nos lo dijo Aristóteles, que somos animales políticos (o sociales).Pero lo que nadie ha dicho es que seamos animales gregarios. Tal vez porque somos empíricamente conscientes de que cada vez que se ha puesto encima de la mesa un asunto con expectativas de universalidad —piénsese: el heliocentrismo, la redondez de la tierra, la exquisitez del jamón serrano, la inmaculada concepción de María, el geocentrismo, el comunismo, la evolución, la inocuidad del 5G, la vacuna del sarampión, el progreso, etc.— un porcentaje minoritario pero significativo de la población ha enarbolado inopinadamente el pendón de la disidencia.

Riesgos y vacunas

Aunque planteada con toda la crudeza, la pregunta sobre si es lícito poner en peligro (incluso de muerte) a otros parece suscitar en nosotros una respuesta moral negativa, la realidad es que es algo que ocurre rutinariamente. Por ejemplo, sucede así con el tráfico rodado: los conductores ponen en peligro tanto a peatones y ciclistas como a otros conductores —por no hablar de a sí mismos—; no obstante, está permitido conducir todo tipo de vehículos.