¿Podemos fiarnos de la opinión de los "expertos"? Una generalización del principio de Goodhart

Trajo Scott Alexander una entrada en su blog, WebMD, And The Tragedy Of Legible Expertise que resumo y reinterpreto aquí y que, también, invito a consultar por lo relevantes que son los ejemplos y casos de aplicación que discute y que aquí omito. En el fondo, trata sobre cómo de fiable es la opinión de los expertos y, en particular, los expertos oficialmente designados como tales; p.e., las autoridades sanitarias como Fernando Simón en su día.

Verdad y justicia: el conflicto

Trae The Economist un artículo muy largo sobre la decadencia del New York Times. Lo firma el antiguo director de la sección de opinión del mismo, que fue destituido por haber permitido la publicación de una pieza de un congresista republicano, muy contraria, al parecer, a los gustos políticos de la redacción y la audiencia. El artículo se resume en el siguiente extracto: Los periodistas no liberales no buscan lograr la justicia social como un efecto secundario de perseguir la verdad; quieren perseguirla directamente.

Un modelo mental para el concepto: "buscar la verdad"

Aquí va un modelo sobre cómo pensar sobre la verdad y la búsqueda de la verdad. Que, además, puede extenderse a otras ideas como la justicia, etc. Estás en una ciudad desconocida y tienes una misión: ir hacia el norte. No tienes mapa, no conoces el idioma de los habitantes, etc. Solo tratas de moverte en esa dirección. Puedes usar la ubicación del sol, tratar de hacerte entender con alguien, recurrir a tu conocimiento sobre la orografía del terreno, etc.

Conceptos como agrupaciones de correlaciones útiles

Recojo aquí, movido por interés principalmente (auto) mnemotécnico, una idea que expone Scott Alexander en We’re Not Platonists, We’ve Just Learned The Bitter Lesson. En su argumentación, que no viene al caso, habla de cómo entender los conceptos, en qué consisten por ejemplo, la inteligencia, la fuerza, la valentía, etc. (Y no sé hasta dónde se puede llegar con su argumento: todavía no he pensado la cuestión suficientemente como para tener claro si se puede extender a triángulo, Venus o gripe.

Sobre la influencia de las ideas filosóficas contemporáneas en la política, la educación, etc.

Hoy quiero resumir el argumento fundamental de Trapped by Philosophy’s worst features más por su interés que por mi grado de acuerdo con él. También quiero establecer algunos paralelismos con otros asuntos más allá de lo que trata el artículo. El texto trata de explicar el estado actual de la filosofía a partir del siguiente esquema: Hubo un tiempo —entiéndase: cuando Pitágoras era un jovenzuelo— en que la filosofía englobaba todo el saber: los números, los planetas, la materia, la justicia, etc.

Sobre los indultos

Sé lo justito de derecho, particularmente del penal. Sé más de informática y, por lo tanto, se me excusará que trate el primero y, en particular, lo que concierne al indulto, de manera analógica. El sistema del derecho penal se parece a un sistema informático complejo. Piénsese en el que gobierna las operaciones corrientes en un banco: transferencias, nóminas, contrataciones, recibos, etc. Es una secuencia de instrucciones if-then: si se dan unas condiciones, se activan unos procedimientos.

La paradoja de la popularidad de las "autoinstalaciones" energéticas

Es paradójico que las autoinstalaciones —de paneles solares, de baterías, etc.— no sean excepcionalísimas. Desde luego, no se entienden desde primeros principios. Los primeros principios nos dicen que de haber 1000 personas con 10000 euros cada una y se dan las opciones cada una usa los 10000 euros en realizar una autoinstalación energética en su vivienda (paneles solares con o sin baterías) vs juntan esos 10 millones de euros y construyen un parque solar (con o sin baterías) entonces, la segunda tiene mucho más sentido económico.

Las subvenciones: el modelo

Se puede pensar en una empresa como en un conjunto de personas sentadas alrededor de un montón de dinero. Las personas van tomando dinero del montón —nóminas, bonus, dividendos, etc.— y con él pagan sus casas, sus coches, el colegio de sus niños, etc. Desafortunadamente, el dinero del montón se va consumiendo. Así que las personas que vivían felices simplemente agarrando fajos de billetes, se ven en la penosa y tediosa tesitura de pensar cómo añadir más dinero al menguante montón.

¿El día del cambio de proveedor de servicios?

Antaño, el calendario marcaba determinados festivos asociados a celebraciones diversas en los que, en algunos casos, se determinaban determinadas liturgias. Muchos de esos festivos estaban asociados a fenómenos relativos al ciclo de las cosechas, a la vida económica de entonces. En ocasiones se revestían de significado religioso; en otras no —o no tanto—. Aún se celebran hoy, aunque la vida moderna haya convertido en irrelevante su intención última: cosechas, vendimias, solsticios,… ¡tanto da!

Todo es igual y la culpa, en gran medida, es de la regulación

Todo es igual y la culpa, es, en gran medida, de la regulación. Supongamos que el ayuntamiento de Madrid decide un día que es en el interés de la ciudadanía que las tortillas de patata que sirven los restaurantes de la capital cumplan ciertos requisitos. Requisitos mínimos, dicen, para tranquilizar. Para ello convoca una comisión de expertos que redacta una ordenanza en la que se enumeran minuciosamente las características con las que ha de contar una genuina tortilla capitalina.

El aborto en 2222

Si algo sabemos de las reglas morales es que varían en el tiempo. Se puede aventurar —aunque la relación exacta merece un análisis más detallado— que responden a las condiciones materiales de cada época. Por supuesto, con sus crisis de aclimatación. Que el aborto sea un derecho reconocido —manifestación legal de un estado de opinión moral preponderante— responde a las circunstancias materiales muy concretas del mundo que vivimos. No lo fue, sin embargo, del que ya no existe y, argumento debajo, no lo será de uno futuro muy plausible.

El futuro del trabajo

Permítaseme esta entrada especulativa sobre el futuro del trabajo. Lo que argumentaré: El problema del desempleo dejará de serlo pronto. Pero tendremos muchos trabajadores pobres. Obdulio, en los 60, se aferraba como una lapa a la clase media. Estaba pluriempleado, cosido a letras y mantenía, además de la suya, cinco bocas: las de su esposa, sus tres churrumbeles y su mamá política, recientemente enviudada. En su hogar, cada trabajador soportaba cinco inactivos que comían todos los días.

Bendito fútbol

El fútbol es poco más que ruido, ruido de fondo. Pero es un ruido tan familiar que estamos hechos a él, que ni lo oímos. Solo ocasionalmente produce alguna molestia menor. Pero, ¿qué pasa si desaparece el ese ruido? Entonces comienzan a ser audibles otros sonidos más desagradables, entrometidos y molestos. Un mundo sin fútbol no es un mundo en pacífico silencio sino uno de continuas estridencias. Bendito fútbol.