Sobre la influencia de las ideas filosóficas contemporáneas en la política, la educación, etc.

Hoy quiero resumir el argumento fundamental de Trapped by Philosophy’s worst features más por su interés que por mi grado de acuerdo con él. También quiero establecer algunos paralelismos con otros asuntos más allá de lo que trata el artículo.

El texto trata de explicar el estado actual de la filosofía a partir del siguiente esquema:

  1. Hubo un tiempo —entiéndase: cuando Pitágoras era un jovenzuelo— en que la filosofía englobaba todo el saber: los números, los planetas, la materia, la justicia, etc. La filosofía plateaba hipótesis y explicaba la naturaleza de las cosas de manera más o menos racional —a diferencia de otros mecanismos de explicación, como el mítico— pero que hoy en día se nos antoja en muchos casos desaforada. Piénsese, por ejemplo, en las matemáticas pitagóricas, la física de Aristóteles o trátese de leer la República de Platón como un manual de ciencia política con instrucciones paso a paso sobre cómo construir una sociedad perfecta.
  2. Con el paso del tiempo, conforme fueron madurando y tratadas de manera científica, áreas enteras del conocimiento fueron desgajándose del tronco de la filosofía para convertirse en ciencias particulares. Así sucedió con las matemáticas, la lógica, la física, la química, la sicología,… e incluso, apurando las cosas, la economía, el derecho o la ciencia política.
  3. Con lo que el contenido propio de la filosofía fue vaciándose de sus contenidos más fértiles —en tanto que al madurar la abandonaron— y quedándose solo con los descartes más inasequibles al imperio de la razón. Por lo que lo único que actualmente contiene son desatinos y desvaríos.

Como consecuencia de lo anterior, el artículo sugiere desatender la influencia de los filósofos en el actual debate y evitar así los problemas que ciertos desatinos filosóficos están causando en diversas áreas como la política, la ética, la educación, etc.

Sobre los indultos

Sé lo justito de derecho, particularmente del penal. Sé más de informática y, por lo tanto, se me excusará que trate el primero y, en particular, lo que concierne al indulto, de manera analógica.

El sistema del derecho penal se parece a un sistema informático complejo. Piénsese en el que gobierna las operaciones corrientes en un banco: transferencias, nóminas, contrataciones, recibos, etc. Es una secuencia de instrucciones if-then: si se dan unas condiciones, se activan unos procedimientos. Y ya. El derecho penal se parece mucho a eso. El mismo código penal parece una sucesión de instrucciones del tipo if-then: al que robare, etc., se le impondrá una pena etc.

La paradoja de la popularidad de las "autoinstalaciones" energéticas

Es paradójico que las autoinstalaciones —de paneles solares, de baterías, etc.— no sean excepcionalísimas. Desde luego, no se entienden desde primeros principios.

Los primeros principios nos dicen que de haber 1000 personas con 10000 euros cada una y se dan las opciones

  1. cada una usa los 10000 euros en realizar una autoinstalación energética en su vivienda (paneles solares con o sin baterías) vs
  2. juntan esos 10 millones de euros y construyen un parque solar (con o sin baterías)

entonces, la segunda tiene mucho más sentido económico. Por muchos motivos, entre los cuales:

Las subvenciones: el modelo

Se puede pensar en una empresa como en un conjunto de personas sentadas alrededor de un montón de dinero. Las personas van tomando dinero del montón —nóminas, bonus, dividendos, etc.— y con él pagan sus casas, sus coches, el colegio de sus niños, etc. Desafortunadamente, el dinero del montón se va consumiendo. Así que las personas que vivían felices simplemente agarrando fajos de billetes, se ven en la penosa y tediosa tesitura de pensar cómo añadir más dinero al menguante montón.

¿El día del cambio de proveedor de servicios?

Antaño, el calendario marcaba determinados festivos asociados a celebraciones diversas en los que, en algunos casos, se determinaban determinadas liturgias. Muchos de esos festivos estaban asociados a fenómenos relativos al ciclo de las cosechas, a la vida económica de entonces. En ocasiones se revestían de significado religioso; en otras no —o no tanto—.

Aún se celebran hoy, aunque la vida moderna haya convertido en irrelevante su intención última: cosechas, vendimias, solsticios,… ¡tanto da!

Todo es igual y la culpa, en gran medida, es de la regulación

Todo es igual y la culpa, es, en gran medida, de la regulación.

Supongamos que el ayuntamiento de Madrid decide un día que es en el interés de la ciudadanía que las tortillas de patata que sirven los restaurantes de la capital cumplan ciertos requisitos. Requisitos mínimos, dicen, para tranquilizar. Para ello convoca una comisión de expertos que redacta una ordenanza en la que se enumeran minuciosamente las características con las que ha de contar una genuina tortilla capitalina.

El aborto en 2222

Si algo sabemos de las reglas morales es que varían en el tiempo. Se puede aventurar —aunque la relación exacta merece un análisis más detallado— que responden a las condiciones materiales de cada época. Por supuesto, con sus crisis de aclimatación.

Que el aborto sea un derecho reconocido —manifestación legal de un estado de opinión moral preponderante— responde a las circunstancias materiales muy concretas del mundo que vivimos. No lo fue, sin embargo, del que ya no existe y, argumento debajo, no lo será de uno futuro muy plausible.

El futuro del trabajo

Permítaseme esta entrada especulativa sobre el futuro del trabajo.

Lo que argumentaré:

  • El problema del desempleo dejará de serlo pronto.
  • Pero tendremos muchos trabajadores pobres.

Obdulio, en los 60, se aferraba como una lapa a la clase media. Estaba pluriempleado, cosido a letras y mantenía, además de la suya, cinco bocas: las de su esposa, sus tres churrumbeles y su mamá política, recientemente enviudada. En su hogar, cada trabajador soportaba cinco inactivos que comían todos los días. Ni que decir tiene que a Obdulio apenas le quedaban recursos sobrantes —dinero, tiempo— para cualquier tipo de amenidad. Todo lo suyo, toda su circunstancia, era modesta.

Bendito fútbol

El fútbol es poco más que ruido, ruido de fondo. Pero es un ruido tan familiar que estamos hechos a él, que ni lo oímos. Solo ocasionalmente produce alguna molestia menor.

Pero, ¿qué pasa si desaparece el ese ruido? Entonces comienzan a ser audibles otros sonidos más desagradables, entrometidos y molestos. Un mundo sin fútbol no es un mundo en pacífico silencio sino uno de continuas estridencias.

Bendito fútbol.

Los tres estados hogaño

Nota previa: El tercer estado de los libros es esto.

Un modelo simple para entender cómo se organiza el mundo de la política hoy en día es razonar en términos de los tres estados contemporáneo. Que a falta de otra denominación tan breve y descriptiva como la que ofrezco llamaré de los productores, los burócratas, y,… ¿cómo llamaría al tercero? La verdad, solo se me ocurre parásitos y no me atrevo a usar el término por lo de potencialmente deshumanizante de la metáfora. Pero creo que se me entiende.

La riqueza con adjetivo no es riqueza

La palabra riqueza, acompañada de un adjetivo, deja de ser riqueza, pierde su sentido literal. Lo cual no es nuevo: ocurre en cierto modo con todo uso metafórico del lenguaje. Pero, me temo, demasiada gente lo toma demasiado al pie de la letra. Espero que nos demos cuenta de ello antes de que echemos mano a la nevera y esté vacía.

¿Por qué la regulación favorece sistemáticamente al "incumbente"?

Es muy recomendable ver Regulation is the Friend of the Incumbent. En esa charla, Bill Gurley ofrece cierta —porque no deja de ser personal o subjetiva más que sistemática— de a quién favorece la regulación: al incumbente, al que está.

Pero no nos dice por qué, siendo como es tan sencillo de explicar.

Imaginemos que se reparte una herencia. Hay cinco herederos pero los las gestiones y los detalles últimos del reparto las realizan dos de ellos exclusivamente. ¿Qué cabe esperar?

Totalitarismo, autoritarismo, democracia y todas esas cosas

Traduzco (de aquí):

Uso la palabra totalitario con el significado de que el gobierno controla todos los aspectos de la vida y autoritario con el de que el gobierno es una dictadura sin controles y equilibrios. Lo opuesto a totalitario es libertario o simplemente libre; lo opuesto a autoritario es democrático. Creo que el totalitarismo y el autoritarismo están correlacionados, pero representan dos conceptos diferentes, y que tiene sentido evaluar las democracias según su grado de totalitarismo. Mi forma ideal de gobierno sería principalmente democrática y en gran parte no totalitaria, en el sentido de que el gobierno controlaría una parte limitada de la vida, la esfera pública, y decidiría qué hacer con esa parte a través de un proceso democrático.