Aspectos topológicos de la ética

La topología es una subdisciplina de las matemáticas que estudia ciertas propiedades fundamentales —o, si se quiere, débiles— de los objetos. En topología —aquí hablo con cierta impropiedad—, una taza y una rosquilla son equivalentes:

Topología

La taza y la rosquilla son topológicamente indistinguibles en tanto que se trata de dos formas con un único agujero. Pero son a su vez irreductibles a una esfera o a un ocho (que tienen 0 o 2 agujeros, respectivamente). La topología ignora aspectos geométricos fuertes de los objetos, típicamente sus propiedades métricas: su tamaño, su aspecto, sus proporciones, etc.

Así es como va asentándose el "totalitarismo democrático"

Cito de Generación porno: el sexo extremo, nuevo tutor de los niños y jóvenes españoles:

Bajar los brazos no puede ser una opción. Puesto que somos ya conocedores de los efectos que el abuso de la pornografía tiene en algunos de esos cerebros todavía en crecimiento. El desistimiento habitual ante lo tecnológico —¡no se pueden poner puertas al campo!— o el relativismo extremo sobre la supuesta gravedad del presente —¡los adolescentes siempre han consumido porno!— sucumben ante la mínima prueba del algodón.

El fraude como equilibrio

La primera y más importante lección que puede extraerse sobre este largo artículo sobre el fraude es que es un equilibrio.

Por un lado, el fraude supone un coste para las sociedades donde ocurre. Pero luchar contra él también tiene un coste. Uno espera encontrar un equilibrio entre el uno y el otro, aunque hay sectores —famosamente, el de la normativa bancaria contra el lavado de dinero— donde el coste de las medidas supera ampliamente el potencial beneficio.

¿Acierta (y dónde) la futurología?

Existe un debate sobre cuánto y cómo acertaron las predicciones que se hicieron en décadas pasadas —léase, Asimov, etc.— sobre el mundo de hoy en día. Uno puede leer, por ejemplo, The Track Record of Futurists Seems … Fine, donde se defiende su éxito relativo. J. Storrs Hall tiene un libro, Where Is My Flying Car?: A Memoir of Future Past en el que se examina la cuestión más extensa y sistemáticamente y se llega a una conclusión similar, pero en la que se adivina un patrón que ayuda a distinguir las predicciones que llegaron a materializarse y las que no —así como las que quedaron muy cortas—: su dependencia en el uso de energía.

Tiene que ser muy barato comprar la opiníón de los medios de comunicación, así que...

Hace años tuve ocasión de hablar con una señora de ya cierta edad que me contaba cómo uno de sus primeros trabajos, en la época de la transición, había consistido en emitir cheques con los que el gobierno de España pagaba a articulistas extranjeros cuyas piezas convenían resultaban convenientes a sus intereses. Desde entonces he permanecido alerta a indicios de que lo que leo en la sección internacional —particularmente en ella— pueda ser un publirreportaje de parte.

Así se les pone precio a las cosas que importan

Extraigo, traduzco y subrayo de The Economist:

El motivo del cambio [en la política medioambiental] es un nuevo procedimiento de cálculo del coste social del carbono con el que se intenta valorar el daño causado por una tonelada adicional de CO2. Este número es crucial: una cifra baja complicaría la justificación de normas más estrictas, mientras que una cifra alta significa que las nuevas restricciones podrían superar más fácilmente los análisis coste-beneficio y, por lo tanto, acabar siendo aprobadas.

¿Podemos fiarnos de la opinión de los "expertos"? Una generalización del principio de Goodhart

Trajo Scott Alexander una entrada en su blog, WebMD, And The Tragedy Of Legible Expertise que resumo y reinterpreto aquí y que, también, invito a consultar por lo relevantes que son los ejemplos y casos de aplicación que discute y que aquí omito.

En el fondo, trata sobre cómo de fiable es la opinión de los expertos y, en particular, los expertos oficialmente designados como tales; p.e., las autoridades sanitarias como Fernando Simón en su día. Merece la pena reinterpretar todo lo que se dijo como una variación de la llamada ley de Goodhart, cuya formulación original,

Verdad y justicia: el conflicto

Trae The Economist un artículo muy largo sobre la decadencia del New York Times. Lo firma el antiguo director de la sección de opinión del mismo, que fue destituido por haber permitido la publicación de una pieza de un congresista republicano, muy contraria, al parecer, a los gustos políticos de la redacción y la audiencia.

El artículo se resume en el siguiente extracto:

Los periodistas no liberales no buscan lograr la justicia social como un efecto secundario de perseguir la verdad; quieren perseguirla directamente. El término objetividad para ellos es un código para ignorar a los pobres y débiles y acercarse a aquellos en el poder.

Un modelo mental para el concepto: "buscar la verdad"

Aquí va un modelo sobre cómo pensar sobre la verdad y la búsqueda de la verdad. Que, además, puede extenderse a otras ideas como la justicia, etc.

Estás en una ciudad desconocida y tienes una misión: ir hacia el norte. No tienes mapa, no conoces el idioma de los habitantes, etc. Solo tratas de moverte en esa dirección. Puedes usar la ubicación del sol, tratar de hacerte entender con alguien, recurrir a tu conocimiento sobre la orografía del terreno, etc. Norte es un concepto abstracto: sabes más o menos dónde queda y además, en qué direcciones es imposible que quede.

Conceptos como agrupaciones de correlaciones útiles

Recojo aquí, movido por interés principalmente (auto) mnemotécnico, una idea que expone Scott Alexander en We’re Not Platonists, We’ve Just Learned The Bitter Lesson.

En su argumentación, que no viene al caso, habla de cómo entender los conceptos, en qué consisten por ejemplo, la inteligencia, la fuerza, la valentía, etc.

(Y no sé hasta dónde se puede llegar con su argumento: todavía no he pensado la cuestión suficientemente como para tener claro si se puede extender a triángulo, Venus o gripe.)

Sobre la influencia de las ideas filosóficas contemporáneas en la política, la educación, etc.

Hoy quiero resumir el argumento fundamental de Trapped by Philosophy’s worst features más por su interés que por mi grado de acuerdo con él. También quiero establecer algunos paralelismos con otros asuntos más allá de lo que trata el artículo.

El texto trata de explicar el estado actual de la filosofía a partir del siguiente esquema:

  1. Hubo un tiempo —entiéndase: cuando Pitágoras era un jovenzuelo— en que la filosofía englobaba todo el saber: los números, los planetas, la materia, la justicia, etc. La filosofía plateaba hipótesis y explicaba la naturaleza de las cosas de manera más o menos racional —a diferencia de otros mecanismos de explicación, como el mítico— pero que hoy en día se nos antoja en muchos casos desaforada. Piénsese, por ejemplo, en las matemáticas pitagóricas, la física de Aristóteles o trátese de leer la República de Platón como un manual de ciencia política con instrucciones paso a paso sobre cómo construir una sociedad perfecta.
  2. Con el paso del tiempo, conforme fueron madurando y tratadas de manera científica, áreas enteras del conocimiento fueron desgajándose del tronco de la filosofía para convertirse en ciencias particulares. Así sucedió con las matemáticas, la lógica, la física, la química, la sicología,… e incluso, apurando las cosas, la economía, el derecho o la ciencia política.
  3. Con lo que el contenido propio de la filosofía fue vaciándose de sus contenidos más fértiles —en tanto que al madurar la abandonaron— y quedándose solo con los descartes más inasequibles al imperio de la razón. Por lo que lo único que actualmente contiene son desatinos y desvaríos.

Como consecuencia de lo anterior, el artículo sugiere desatender la influencia de los filósofos en el actual debate y evitar así los problemas que ciertos desatinos filosóficos están causando en diversas áreas como la política, la ética, la educación, etc.

Sobre los indultos

Sé lo justito de derecho, particularmente del penal. Sé más de informática y, por lo tanto, se me excusará que trate el primero y, en particular, lo que concierne al indulto, de manera analógica.

El sistema del derecho penal se parece a un sistema informático complejo. Piénsese en el que gobierna las operaciones corrientes en un banco: transferencias, nóminas, contrataciones, recibos, etc. Es una secuencia de instrucciones if-then: si se dan unas condiciones, se activan unos procedimientos. Y ya. El derecho penal se parece mucho a eso. El mismo código penal parece una sucesión de instrucciones del tipo if-then: al que robare, etc., se le impondrá una pena etc.

La paradoja de la popularidad de las "autoinstalaciones" energéticas

Es paradójico que las autoinstalaciones —de paneles solares, de baterías, etc.— no sean excepcionalísimas. Desde luego, no se entienden desde primeros principios.

Los primeros principios nos dicen que de haber 1000 personas con 10000 euros cada una y se dan las opciones

  1. cada una usa los 10000 euros en realizar una autoinstalación energética en su vivienda (paneles solares con o sin baterías) vs
  2. juntan esos 10 millones de euros y construyen un parque solar (con o sin baterías)

entonces, la segunda tiene mucho más sentido económico. Por muchos motivos, entre los cuales: