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Sobre las disonancias cognitivas del centrismo

Mencioné en una entrada previa una conferencia de Víctor Lapuente a la que asistí recientemente. Resumí el argumento principal, pero dejé en el tintero un asunto al que vuelvo ahora y que motiva una reflexión específica.

Si mi yo de hace unos años hubiese asistido a dicha conferencia, habría salido escandalizado: el ponente incurrió en lo que hubiese tachado de flagrantes contradicciones lógicas. Ya no recuerdo los detalles concretos, pero defendió en momentos distintos una cosa y lo que daba la impresión de ser su contraria.

Notas (41): Noticias y enlaces sobre cambio climático, IA, demografía y, probablemente por vez primera en estas páginas, etimología

The AI water issue is fake. El autor, Andy Masley, sostiene que las preocupaciones sobre el consumo de agua de los centros de datos de IA están exageradas. Según su análisis, el uso de agua de estas instalaciones no representa un problema ambiental significativo.

For the first time, climate models show the 1.5 °C goal is dead. Las proyecciones más recientes, tal como las recoge The Economist, indican que las políticas climáticas actuales son insuficientes y hacen inalcanzable el objetivo de los 1.5 °C del Acuerdo de París. Se esperan en su lugar aumentos entre 2.6 y 3.3 °C.

Hoy, las renovables; mañana, ¿las pensiones?

Hace unos días, El Confidencial publicó un artículo interesantísimo, pero que ha pasado prácticamente inadvertido. Se titula Un ‘inversor verde’ se toma la revancha con España y le saca 262 M en el Banco Mundial. Vayamos por partes.

El CIADI

En los años 50 y 60, tras la descolonización y el auge de la inversión extranjera en países en desarrollo (también conocidos como repúblicas bananeras), surgieron muchos conflictos entre gobiernos y empresas extranjeras. El Banco Mundial promovió el CIADI, (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones) para:

Notas (40): Economía y política

  1. Polycentric Status Contests discute cómo las competiciones por el estatus (es decir, las luchas por reconocimiento social y jerarquía) evolucionan en sociedades ricas donde ya se han satisfecho las necesidades básicas. Se plantea que las instituciones del capitalismo tradicional, pensadas para gestionar la escasez de recursos materiales, no están bien diseñadas para hacerlo con la escasez de estatus. Sin embargo, el texto sugiere que los mercados tenderán a fragmentar los peores tipos de bienes posicionales en múltiples jerarquías de estatus, a eliminar algunos de esos bienes, y a transformar las luchas de estatus más dañinas en competencias de prestigio menos nocivas.
  2. Meet the real opposition, un artículo de The Economist que examina el panorama de la oposición política en RU. Observa que esta tarea, tradicionalmente ejercida por los partidos tradicionales, ha sido asumida en cierta medida por instituciones ajenas a la política, organizaciones de todo tipo apoyadas por ciertos bufetes de abogados especializados capaces de paralizar la acción del ejecutivo. Eso sí, como señala el artículo, estas organizaciones operan dentro de los contornos que marca la ley; de modo que bastaría con cambiar esta para desarmarlas.
  3. The failure of Macron crítica la presidencia de Macron en Francia. Sostiene que el proyecto inicial de reforma no alcanzó sus objetivos de crecimiento o cohesión social. Además, pese a las promesas de modernización, Francia ha incrementado gasto público, carga regulatoria y deuda, además de que muchas reformas han sido contrarrestadas por nuevas intervenciones estatales. La conclusión es que el estilo dirigista del gobierno ha dificultado la innovación y el crecimiento, conduciendo a una especie de “fracaso silencioso” del macronismo.
  4. If Labour cranks up income taxes, the left will boo loudest acuña un término, anti-bedtime leftism (aunque podría bien aplicarse en otros rangos del espectro político), que equipara ciertas actitudes políticas con la de los niños a los que se manda a la cama. Lo aplica particularmente a quienes piden solidaridad sin estar dispuestos a aceptar los sacrificios que esta conlleva.
  5. Time to Privatize U.S. Air Traffic Control—Copy Canada’s Model. Desde que una huelga de controladores aéreos en diciembre de 2010 me dejó tirado en Asturias, soy muy sensible a todo tipo de iniciativas encaminadas a desrehenizar a los viajeros.
  6. Elon Wants His Votes trata, como todas las columnas de Matt Levine, varios temas. El relevante para estas páginas es el último, que trata de un probo funcionario de la FDA que llegó a serlo por un encontronazo previo en el sector privado y que abusó de sus potestades para perjudicar dolosamente a sus antiguos rivales.

¿Seré un criptoabsurdista?

Resulta que soy un absurdista y no lo sabía. Kimi 2 describe el absurdismo así:

El absurdismo es la visión filosófica según la cual los seres humanos buscan perpetuamente un sentido, mientras que el universo mismo es silencioso o indiferente, produciendo un choque que no puede resolverse racionalmente. Como ninguna de las partes cede —nuestro deseo de orden y la “absurdidad” inherente del mundo—, el conflicto es permanente. Esta postura se asocia principalmente con Albert Camus, quien sostenía que las vías de escape tradicionales (el suicidio, el salto religioso de fe) son formas de suicidio filosófico que niegan la contradicción en lugar de afrontarla.

Notas (39): Economía

El fin de la economía de los precios inflados: The Economist argumenta cómo la IA permite a los consumidores tomar mejores decisiones, redactar mejores contratos y evitar a los proveedores con márgenes excesivos. En resumen, mitigan el problema de la asimetría informacional en beneficio de los consumidores.

Economía del comportamiento y ahorro forzoso: Artículo provocador que argumenta lo siguiente: por un lado, nuestras economías sufren un déficit de ahorro e inversión. Por otro, en ellas hay sujetos con muy distintas propensiones al ahorro. Por lo tanto, valdría la pena explorar mecanismos que extraigan dinero de quienes tienen una alta propensión al consumo y lo canalicen hacia quienes ahorrarían más. Que viene a ser más o menos lo contrario de lo que se hace.

La aventura de dar con "La Aventura de las Plantas" (y más)

Cuando era chiquito, cuando tenía apenas siete u ocho años, vi de reojo en la televisión (en blanco y negro, por supuesto) la cabecera de un programa que llegué a ver y que no sé ni lo que trataba. He vivido años con el recuerdo de aquellas imágenes (dibujos animados de una planta que germinaba de una semilla y se desarrollaba a extraordinaria velocidad) y una música hipnótica que aún sé tararear pero que nunca he vuelto a oír. Hasta hoy.

Notas (38): Conocimiento y epistemología

El tsunami de confusión de Kōhei Saitō: Joseph Heath critica el —aparentemente muy popular— trabajo de Kōhei Saitō. Sobre todo se lamenta de cómo las malas ideas no dejan de volver una y otra vez por mucho que se escriba denunciándolas.

Cómo la IA dividirá a los mejores de los demás: Según el artículo, la IA ampliará las desigualdades: quienes tengan más habilidades, criterio y capacidad para trabajar junto a la IA serán los más beneficiados, mientras que los trabajadores menos calificados sufrirán los efectos de la automatización.

Móviles y niños: una discusión "meta"

Sobre el uso de los móviles en los colegios (y, más en general, sobre el uso de los llamados dispositivos electrónicos por los niños), hay dos posturas fácilmente identificables. En su versión más breve y cruda y menos matizada, son:

  • Que son perniciosos y que hay que prohibirlos.
  • Que son herramientas de aprendizaje muy útiles.

Suelen corresponderse con dos interpretaciones de la muchachada:

  • Todos los niños están representados por el niño promedio. No nos interesan los niños individuales sino un niño hipotético situado en el promedio de todas las dimensiones de interés.
  • Los niños son desiguales en muchas de sus características y, aun concediendo que a una mayoría le perjudica un uso más o menos autónomo de estas herramientas modernas, existe una significativa minoría de niños con inquietud e interés que pueden beneficiarse extraordinariamente de disponer de todo el conocimiento y de la respuesta a todas las preguntas que pueden concebir a su edad.

La primera postura es la que observo más generalizada; por su ubicuidad, omito enlaces a textos que la defienden: son casi todos. La segunda es minoritaria, pero está expresada en, por ejemplo, esta breve entrada en MarginalRevolution.

Víctor Lapuente ha escrito "Inmanencia"

El otro día asistí a una charla de Víctor Lapuente en la Fundación Rafael del Pino. Como advirtió el ponente, no tenía un único arco argumental, pero uno de los más evidentes era:

  • En las últimas décadas, ha decrecido el interés por la religión.
  • Pero el sustituto de la religión no ha sido un racionalismo ateo a lo, digamos, Diderot.
  • Sino una serie de creencias dispares: ocultismo, ovnis, energías, etc.
  • Que, aunque dispares, tienen un elemento común: giran en torno al bienestar del sujeto ahora.
  • Es decir, no tienen una dimensión trascendente.

Lapuente ha escrito un libro, “Inmanencia”, inspirado en el anterior hilo argumental y sus consecuencias sociales. Lo ha llamado “Inmanencia” recurriendo al término opuesto (no quiero decir antónimo a propósito) al de trascendencia.

Notas (37): Medio ambiente y cambio climático

Así resume ChatGPT (con algunas ediciones mías que, sin duda, empeoran el texto) el contenido de una serie de artículos sobre el cambio climático que había guardado por su relevancia durante los últimos días:

  • ¿Qué es un centro de datos? – Andy Masley: Explica que un centro de datos no es un monstruo de consumo energético sino un edificio enorme que agrupa centenares de miles de procesos informáticos de forma muy eficiente. Y cómo, de hecho, agrupar los ordenadores resulta más eficiente energéticamente que dispersarlos individualmente.
  • The AI water issue is fake – Andy Masley: Sostiene que el discurso, tan ubicuo, de que la IA generará una carestía severa de agua —por el consumo de energía y necesidad de refrigeración de los centros de datos— carece de base: los hechos, afirma, muestran que el problema ha sido exagerado y que los centros de datos operan muy eficientemente.
  • Climate turning point – John H. Cochrane en The Grumpy Economist: Cochrane sostiene que estamos en un punto de inflexión respecto al cambio climático: aunque el calentamiento es real, los costes enormes de muchas políticas y la politización del tema podrían estar socavando la confianza pública y provocando una reacción adversa en el ámbito político.
  • My new book — Clearing the Air — is published in the UK today – Hannah Ritchie: La autora anuncia la publicación de su nuevo libro Clearing the Air, que responde a unas 50 preguntas clave sobre el cambio climático y qué podemos hacer al respecto. Al parecer, el tono del libro es esperanzador.
  • The world is on track for record harvests this year – Hannah Ritchie: Según las últimas proyecciones del departamento de agricultura de los EEUU, en 2025 habrá cosechas récord de cultivos básicos como el maíz, el trigo, los cereales y la soja (a pesar de que subsisten riesgos importantes relacionados con el clima).
  • Eliminating contrails from flying could be incredibly cheap – Hannah Ritchie: El artículo explica cómo las estelas de condensación (contrails) de los aviones aceleran el calentamiento global, pero que podrían eliminarse a muy bajo coste, con pequeñas desviaciones en las rutas de los aviones.
  • The high costs of Spain’s renewables revolution – The Economist: Analiza cómo España, pese a su abundancia de sol y viento, se enfrenta a la necesidad de realizar grandes inversiones en su transición a las renovables: las energías solar y eólica superan el 40 % de la generación de electricidad y el sistema requiere más almacenamiento, integración y reformas para adecuarse a esa nueva realidad.

Notas (36): Economía

Así resume ChatGPT (con algunas ediciones mías que, sin duda, empeoran el texto) el contenido de una serie de artículos sobre economía que había guardado por su relevancia durante los últimos días:

¿Por qué los sociólogos tienen una visión tan negativa de la desintermediación de la cooperación?

Somos relativamente prósperos porque cooperamos con otros. Eso no lo discute casi nadie.

Existen varios mecanismos de cooperación entre humanos. Joseph Heath, en un artículo que leí hace tiempo, los clasificaba en tres grandes grupos:

  1. Los que funcionan en pequeños entornos (p.e., familias o aldeas), que operan bajo un principio que podría denominarse de supervisión por pares y que tiene el conocidísimo problema de no escalar con el tamaño de grupo.
  2. Los sistemas jerárquicos, en los que una burocracia vigila el cumplimiento de las tareas que tienen asignadas los miembros de la comunidad. Así funcionan el estado y muchas empresas y otro tipo de organismos e instituciones.
  3. Los sistemas voluntarios, los mercados, que facilitan la cooperación a escala planetaria de manera razonablemente eficiente.

A veces me pregunto en cuál de los tres apartados cabe clasificar otros vehículos de la colaboración entre personas como las organizaciones sin ánimo de lucro, etc., pero no es eso lo que quiero discutir aquí hoy. Lo que es cierto es que vivimos insertos en círculos de colaboración distintos que operan bajo versiones de los tres mecanismos: a veces nos coordinamos con agricultores indonesios al comprar cruasanes con aceite de palma; a veces, con los jubilados de hoy en día al pagar nuestras cuotas de la seguridad social o con el resto de los trabajadores de nuestra empresa al ordenar alfabéticamente unas fichas porque nos lo ha pedido nuestro jefe; finalmente, a veces, con nuestras familias al realizar tareas domésticas.