Comunicación

La comunicación como problema de coordinación

El descriptivismo está de moda. El prescritivismo (o normativismo) se contempla con recelo. El descriptivismo es entretenido. Puede considerarse una afición emparentada con la entomología o la filatelia. Consiste en coleccionar especímenes —cuanto más exóticos, mejor— y pincharlos sobre un corcho con un alfilerito. Tiene, por supuesto, una componente política y moral muy vecina de lo posmo. Pero no quiero abundar ahora en ella. En esta entrada quiero romper una lanza en favor del prescritivismo desde un punto de vista inhabitual: el de la teoria de juegos.