Defensa

Tras la invasión de Ucrania, ¿incrementar el gasto militar?

El gasto militar —hablo desde una prespectiva intra-OTAN, por supuesto— previo a la invasión rusa de Ucrania era el que era, entiendo, como combinación de dos (¿tres?) factores:

  1. La probabilidad de que los enemigos potenciales de la OTAN adoptasen políticas agresivas.
  2. La capacidad militar de dichos enemigos potenciales.
  3. (Obviamente, porque tampoco hay que chuparse el dedo, el cortoplacismo o no de los responsables políticos.)

En realidad, el primer factor es poco relevante: el gasto militar debería ser suficiente para cubrir la eventualidad de que, efectivamente, los enemigos potenciales de la OTAN hiciesen cosas como las que contemplamos en Ucrania estos días. Esto es consecuencia del recomendable instalarse en el peor de los escenarios posibles junto con el clásico si vis pacem