Historia

La historia, según Alberto Olmos

Cito a Alberto Olmos de aquí:

Con los años uno ha entendido que existen numerosos instrumentos creados expresamente para manipular la realidad, y que atienden a nombres un tanto confusos, pues se presentan como documental, biografía, reportaje e incluso Historia. De niño, de adolescente, no lo veíamos así. Cuando un libro decía ser la biografía de Hitler, pensaba el párvulo que ese libro era todo verdad, pues de Hitler únicamente se podía hacer una biografía, ya que sólo había vivido una vida, y bastaba con poner negro sobre blanco su peripecia. En realidad, de Hitler se pueden hacer muchas biografías y todas distintas, y alguna hasta amantísima. Cuando algo nos cuenta la verdad, esto es, cuando dice no contener ni una gota de ficción, miente por completo. Esto es rarísimo, porque nos lleva a concluir, por el extremo opuesto, que una película de ficción acaso contenga más verdad que un documental inmaculado.

Sobre la historia de las disciplinas (y su aprendizaje)

  • Recientemente, me he visto obligado a familiarizarme ex nihilo con ciertos conceptos técnicos.
  • El texto propuesto para aprenderlos era igualmente técnico: una secuencia de proposiciones, demostraciones y ejemplos.
  • No ha habido forma de avanzar significativamente en el material hasta que no he indagado en el desarrollo histórico del asunto.
  • A partir de entonces, ¡claridad absoluta!

(Por si a alguien le sirve de algo.)

O tempora, o mores

Es frecuente oír decir —en toda la gama de grados, admite el autor— que los malos hábitos y actitudes de la juventud son indicio del ineludible colapso de nuestra civilización.

Una original contraargumentación erudita consiste en la observación de que afirmaciones análogas se han registrado casi desde que el hombre es hombre y sabe dejar por escrito constancia de sus pensamientos: de los antiguos Egipto, Babilonia, Grecia o Roma, quedan fragmentos en que se leen lamentos de esa índole. El lector intereado encontrará en The Generation Gap In Antiquity una lista que, necesariamente, no puede ser exhaustiva.

La huella cultural de las pandemias

El otro día recogía alguien en Twitter la siguiente pregunta:

¿Por qué la pandemia de hace un siglo no dejó huella en el pensamiento de la época?

Se refiere, obviamente, a la gripe española de 1918 y de la que hasta hace muy poco apenas teníamos noticia: no está en el cine, no está en la literatura,… no está.

Es curioso que la gente, tal vez por la manera concreta en que está formulada la pregunta, sugirió respuestas ancladas al contexto preciso de esa pandemia: sucedió a la vez que se desarrollaban unos eventos tan graves que… etc.