Política

Los tres estados hogaño

Nota previa: El tercer estado de los libros es esto. Un modelo simple para entender cómo se organiza el mundo de la política hoy en día es razonar en términos de los tres estados contemporáneo. Que a falta de otra denominación tan breve y descriptiva como la que ofrezco llamaré de los productores, los burócratas, y,… ¿cómo llamaría al tercero? La verdad, solo se me ocurre parásitos y no me atrevo a usar el término por lo de potencialmente deshumanizante de la metáfora.

¿Por qué la regulación favorece sistemáticamente al "incumbente"?

Es muy recomendable ver Regulation is the Friend of the Incumbent. En esa charla, Bill Gurley ofrece cierta —porque no deja de ser personal o subjetiva más que sistemática— de a quién favorece la regulación: al incumbente, al que está. Pero no nos dice por qué, siendo como es tan sencillo de explicar. Imaginemos que se reparte una herencia. Hay cinco herederos pero los las gestiones y los detalles últimos del reparto las realizan dos de ellos exclusivamente.

Totalitarismo, autoritarismo, democracia y todas esas cosas

Traduzco (de aquí): Uso la palabra totalitario con el significado de que el gobierno controla todos los aspectos de la vida y autoritario con el de que el gobierno es una dictadura sin controles y equilibrios. Lo opuesto a totalitario es libertario o simplemente libre; lo opuesto a autoritario es democrático. Creo que el totalitarismo y el autoritarismo están correlacionados, pero representan dos conceptos diferentes, y que tiene sentido evaluar las democracias según su grado de totalitarismo.

Irracionalidad racional

A cierta gente se a la acusa de irracional por decir cosas como esta: — ¿Es este el verano más caluroso que recuerdas? — No, en absoluto. Sin ir más lejos, en 2003… Se sigue un diagnóstico de irracionalidad: ¿por qué no consulta Vd. los registros históricos de temperatura? ¿No sabe Vd. que la memoria juega malas pasadas? ¡La ciencia sicológica lo tiene plusquamdocumentado! El problema, sin embargo, estriba en que el diálogo anterior suele ser un extracto de una conversación más larga:

La selectividad es el dilema del prisionero a diecisiete bandas

Sí, la selectividad es el dilema del prisionero a diecisiete bandas. No hay mucho más que decir al respecto. Los incentivos determinan una matriz 17x17 muy obvia de premios y castigos. Los agentes —económicos, políticos, educativos, etc.—, hayan o no leído sobre Nash y demás, juegan lo que les conviene. Visto de otra manera, es el estado incurriendo en los llamados fallos del mercado y, en particular, instigando una autoinfligida race to the bottom.

Incentivos en la cola

Una empresa, un agente económico, tiene delante un mercado y puede plantearse si tratar de satisfacer a la moda o a la cola. A CocaCola no le queda otro remedio que tratar de ser inmensamente popular y gustar a todos; sin embargo, Alfonso Mejía Hostelería S.L. puede plantearse abrir un restaurante de insectos: si en una ciudad de tres millones de habitantes existe un 0.1% interesado en la empanada de coleóptero, puede vivir lindamente.

Complejidad regulatoria: una visión desde el desarrollo de software

Existe una moda popular en ciertos sectores ideológicos que cosiste en evaluar los efectos sobre la actividad económica de la regulación al peso. Un ejemplo de ello puede verse aquí. Se trata de un estudio en cuyas conclusiones se dice (con mi subrayado): Nuestro análisis econométrico apunta a un efecto negativo de la complejidad regulatoria por sector en la eficiencia económica. Por ejemplo, nuestras estimaciones muestran que cada norma adicional promulgada tiende a disminuir la participación del empleo en un 0,7 por ciento.

Sobre los límites de la acción del estado

Si ayer hablaba sobre la conveniencia de ampliar la acción del estado a ámbitos que parecen no importar demasiado, hoy, con esta noticia delante vuelvo a prestar atención a la otra frontera. El artículo es una anécdota que ejemplifica una categoría entera. Trata de cómo AENA, una empresa pública semicotizada, ha fracasado en una serie de licitaciones por, precisamente, estar sujeta a la norma estatal —mucho más exigente que la mercantil— a la hora de subcontratar.

¿Debería el estado incentivar y promover las copias de seguridad?

Poca gente racional —aquí, racional significa algo así como sinceramente adscrita a la epistemología bayesiana— pone en duda el papel relevante del estado en la mitigación de los efectos de los fallos del mercado. Uno de ellos —y del que se habla demasiado poco— tiene que ver con las copias de seguridad. Es evidente que: La gente es mucho menos sistemática con ellas de lo que debiera. Todos tendríamos mucho que ganar si ocurriese lo contrario.

"Diversidad" en la tecnología: un modelo hipotético

Hoy quiero comentar un modelo hipotético que podría explicar la evidencia anecdótica que se me muestra al examinar el asunto de la diversidad en el campo de la tecnología. No es un modelo que defienda ni deje de defender hasta poder contrastarlo —¿lo habrá hecho ya alguien?— con datos amplios y representativos y herramientas analíticas sólidas. El modelo es, resumido, el siguiente: Los proyectos de tecnología son iniciados —piénsese: en garajes— por individuos que, mirados en su conjunto, parecen tener una varianza mínima en las coordenadas que actualmente definen eso que llamamos diversidad.

Nudges vs dark patterns

Nudges: ya hablé de ellos. Dark patterns, tal como los define la AI de you.com: Los dark patterns son una técnica de diseño de interfaz intencionalmente diseada [sic] para ser difícil de entender. Esta técnica se usa para manipular al usuario para que realice una acción que no tenía en mente, como comprar un producto, descargar un programa, registrarse en un servicio, completar un formulario, etc. Los dark patterns se basan en el engaño, la manipulación o la ocultación de información para llevar al usuario a realizar algo que no tenía en mente.

Indicios de que "lo del cambio climático" es una tomadura de pelo

Vaya por delante que el autor de estas páginas no es lo que ha venido a denominarse un negacionista del cambio climático sino, más bien, un observador con cierto interés en lo que ocurre. Pero este observador tiene motivos para descontar el potencial efecto de eso en lo que, efectivamente, cree —aunque con diferencias de grado con respecto a muchos ortodoxos—. Cuando hay una guerra o una hambruna, todos los recursos se dirigen de la manera más eficientemente posible a solucionar ese gran, casi único problema.

Cambio climático: ¿por qué esta vez es diferente?

El del llamado cambio climático no es el primer gran reto medioambiental que recordamos los que tenemos ya cierta edad. Hace no tanto, los que iba a acabar con nosotros fueron, primero, la lluvia ácida y, después, el agujero de la capa de ozono. Pero estos dos problemas han sido solucionados. Así que la pregunta casi necesaria es: ¿podrá igualmente solucionarse el problema del cambio climático? ¿Hay algo que lo haga distinto?