Progreso

El colapso de las expectativas sobre la ciencia y la técnica

Esta han coincidido dos eventos relacionados: por un lado, hemos conocido cuál es la visión de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo para el año 2050 y, por el otro, haciendo limpieza de libros que ya nunca leeré, he tropezado con Reportaje desde el siglo XXI, de Vasilíev y Gúschev, que compré en junio del 95 según mi ex-libris de entonces, que había sido editado por Alianza editorial en 1971 a partir del original ruso de, se conoce, 1959.

El progreso, visto por un niño

Hace muchos años, cuando yo era un niño muy, muy pequeño, y volvíamos del pueblo, a veces, generalmente cuando se nos había hecho tarde y ya había anochecido, mi padre tomaba la autopista de peaje, el tramo Gallur-Zaragoza.

Para aquel niño resultaba asombroso tener que pagar —¿me suenan unas doscientas pesetas?— por circular por una carretera. Mi padre, que, de hecho, había trabajado como topógrafo en su construcción muchos años añtes, me lo explicó de la siguiente manera: