Riesgos y vacunas
Aunque planteada con toda la crudeza, la pregunta sobre si es lícito poner en peligro (incluso de muerte) a otros parece suscitar en nosotros una respuesta moral negativa, la realidad es que es algo que ocurre rutinariamente. Por ejemplo, sucede así con el tráfico rodado: los conductores ponen en peligro tanto a peatones y ciclistas como a otros conductores —por no hablar de a sí mismos—; no obstante, está permitido conducir todo tipo de vehículos.