Lecciones sobre una teoría trucha de la inflación

Hay una teoría trucha sobre las causas de inflación —y también sobre los ciclos económicos— que la asocian a cambios de preferencias por parte de la población. La califico de trucha por varios motivos: no está generalmente aceptada por el consenso de los economistas y ni explica ni puede explicar ciertos y muy destacados episodios inflacionarios (e hiperinflacionarios). Pero que, sin duda, ayuda a entender el que vivimos actualmente.

La idea básica es que un cambio drástico en las preferencias de los consumidores pueden dar lugar a tensiones inflacionarias. Un ejemplo mental: una economía solo produce y consume dos productos finales: manzanas y televisores. Durante mucho tiempo el mercado está en equilibrio y los precios son más o menos constantes. Pero un buen día, por algún motivo, los consumidores cambian de hábitos y comienzan a valorar más los televisores que las manzanas y comienzan a consumir más de los primeros que de las segundas.

Respecto a los precios, eso tiene varias consecuencias:

  • Los televisores se encarecen: los fabricantes tienen margen para subir los precios frente al encarecimiento de sus materias primas, etc. Incluso podrían plantearse ampliar sus márgenes.
  • Las manzanas no se abaratan: si el mercado era competitivo, los fabricantes operaban con márgenes muy ajustados y frente al encarecimiento de sus materias primas (algunas, como la energía, son compartidas con los televisores), ven reducirse sus márgenes y peligrar su rentabilidad. El mercado de las manzanas se acaba ajustando no bajando precios sino capacidad, es decir, a través del cierre de algunos fabricantes.
  • Globalmente, los precios suben: se encarecen los televisores y no se abaratan las manzanas.

De vuelta a la economía real, es obvio que durante los últimos años hemos presenciado fenómenos de esa naturaleza:

  • Ha aumentado la demanda de cachivaches electrónicos.
  • Se ha reducido la venta de ropa y calzado.
  • Se ha reducido la demanda de espacio de oficinas y locales comerciales.
  • Ha disminuido el apetito por ciertos bienes que se producían en las antiguas (i.e., precovid) cadenas globales de suministro.
  • Etc.

Es obvio que también han ocurrido otras cosas, como la guerra de Ucrania. Pero este particular episodio inflacionario admite la teoría trucha dentro del mix causal. Y eso condiciona sin duda lo que pueda pensarse sobre la greedflation, los remedios, etc.