Una serie de apuntes sobre (el problema de) la vivienda

Zvi sobre la vivienda

Aquí. Relata el actual momento histórico en el que parece que giran los goznes de la historia desde posiciones NIMBY a otras aparentemente más YIMBY.

The Economist hablando del “superciclo” del precio de la vivienda

Y especulando que seguirá en fase ascendente. Discute causas y deja un mensaje ambiguo sobre la que estas páginas consideran más importante:

Algunos economistas creen que se está produciendo un giro hacia posturas YIMBY. Aquellas personas que dicen “sí” a la construcción de nuevas viviendas “en su patio trasero” han ganado debate y parecen haber sumado a su causa a algunos políticos. Algunos lugares están siguiendo el manual YIMBY de cambiar las normas de uso del suelo para fomentar la construcción. A principios de 2022, los permisos de construcción de viviendas en Nueva Zelanda alcanzaron un máximo histórico, ayudando a desinflar los precios del sector inmobiliario.

Más allá de Nueva Zelanda, sin embargo, la influencia YIMBY sigue siendo marginal. Un artículo de Knut Are Aastveit, Bruno Albuquerque y André Anundsen, tres economistas, argumenta que la ’elasticidad de oferta de vivienda’ de EEUU —la medida en que la construcción responde a una mayor demanda— ha disminuido desde la década de 2000. No hay evidencia de un aumento generalizado en la construcción desde la pandemia. El problema de la oferta sigue siendo más agudo en las ciudades, donde las regulaciones son más estrictas. En San Jose, la ciudad más cara de América, solo se autorizaron 7.000 casas el año pasado, muy por debajo de la tasa de hace una década. Pero incluso en Houston y Miami, que se enorgullecen de evitar los errores cometidos por otras grandes ciudades, el ritmo de la construcción es lenta.

En España, un abogado aclara lo del “derecho (constitucional) al chabolo”

Aquí. El resumen para legos es el siguiente:

  • En una lectura superfial y no técnica, hay artículos que podrían clasificase como “derechos” (a la vivienda, a la propiedad, a la libre expresión, etc.).
  • Sin embargo, el artículo 53 establece una categorización de ellos en tres clases:
    • Derechos genéricos
    • Derechos fundamentales, que gozan de un grado de protección adicional (por ejemplo, la posibilidad de realizar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional).
    • Principios que guíen la acción legislativa y de los poderes públicos.

Adivínese dónde se ubica el manido “derecho a la vivienda”.

Viena, el (contra-)ejemplo

Se habla mucho de Viena como ejemplo o contrajemplo de muchas de las políticas de vivienda operando en el mundo. Hay muchas maneras de repartir un bien escaso entre una multitud de agentes que aspiran a poseer parte de él. El mercado es una. Todos sabemos cómo funciona y qué efectos tiene (en particular, a quién excluye). Cada mecanismo tiene sus ventajas y sus inconvenientes y, en particular, no siendo el bien a repartir infinito, alguien quedará necesariamente excluido de él. (Todo lo anterior queda dicho sin entrar a discutir siquiera la eficiencia de la asignación.)

En este artículo de The Economist se discute algo inhabitual: cuáles son (algunos de los ) los efectos indeseados del mecanismo —no enteramente basado en la operación del mercado— de distribución de apartamentos en Viena.

En esto, como en casi todas las cosas, uno puede elegir su propia aventura, como en aquellos libros de los ochenta. Sin embargo, hay que saber de antemano que ninguna ruta conduce al Nirvana.

Robert Moses, una semblanza

Robert Moses es famoso, sobre todo, por haber ejercido de antagonista de la universalmente archiquerida —incluso por quien suscribe— Jane Jacobs en algunos episodios. Esta semblanza suya merece ser leída en todo caso porque pone en evidencia que hubo una época en que las cosas, simplemente, incluso en urbanismo, se hacían.

Otro artículo que no repara en el elefante que deambula por el salón

En todo lo que se escribe sobre urbanismo, carestía de vivienda, etc. se tiende a obviar (este es un ejemplo reciente en El Confidencial) la presencia de un elefante que deambula por el salón:

  • La vivienda está cara y la gente paga cantidades fabulosas por ella
  • Hay terreno de sobra
  • La tecnología necesaria para construir viviendas está sobradamente dominada
  • Hay precedentes históricos de construcción de vivienda a grandes ritmos
  • La construcción ni siquiera está sujeta a la competencia de China u otras potencias económicas externas

Debería haber grúas en todas partes. Y sin embargo, no las hay. ¿No es paradójico? ¿Por qué los constructores no quieren ganar cantidades fabulosas de dinero? ¿Por qué los ciudadanos no quieren ahorrárselo constituyendo cooperativas de viviendas? ¿Por qué se niega todo el mundo a explicárnoslo?