Así se les pone precio a las cosas que importan

Extraigo, traduzco y subrayo de The Economist:

El motivo del cambio [en la política medioambiental] es un nuevo procedimiento de cálculo del coste social del carbono con el que se intenta valorar el daño causado por una tonelada adicional de CO2. Este número es crucial: una cifra baja complicaría la justificación de normas más estrictas, mientras que una cifra alta significa que las nuevas restricciones podrían superar más fácilmente los análisis coste-beneficio y, por lo tanto, acabar siendo aprobadas.

La última actualización aumenta el coste social del carbono a $190 por tonelada para 2020, cuadruplicando la estimación de la era Obama. Se asume que crece el impacto futuro de la regulación presente sobre el carbono (reduciendo la tasa de descuento para los costes sociales del 3% al 2%). “Biden está diciendo que hay más valor económico en reducir los gases de efecto invernadero de lo que pensábamos”, explica James Connaughton, asesor ambiental en la administración de George W. Bush.

“Siempre hay algo de cabildeo político”, dice Alex Armlovich en el Centro Niskanen, un centro de estudios. Pero, agrega, “reducir la tasa de descuento social para elecciones políticas existenciales o irreversibles cuenta con el respaldo de muchos filósofos y una variedad sorprendentemente amplia de economistas”.