Conceptos como agrupaciones de correlaciones útiles
Recojo aquí, movido por interés principalmente (auto) mnemotécnico, una idea que expone Scott Alexander en We’re Not Platonists, We’ve Just Learned The Bitter Lesson.
En su argumentación, que no viene al caso, habla de cómo entender los conceptos, en qué consisten por ejemplo, la inteligencia, la fuerza, la valentía, etc.
(Y no sé hasta dónde se puede llegar con su argumento: todavía no he pensado la cuestión suficientemente como para tener claro si se puede extender a triángulo, Venus o gripe.)
La definición que ofrece de concepto es la de una agrupación de correlaciones útiles. Un concepto vago, como el de inteligencia, existe en tanto que se refiere a infinidad de fenómenos concretos (alguien sabe o no resolver un determinado problema, alguien aprende con mayor o menor rapidez un idioma, etc.) que están fuertemente correlacionados. Es la correlación entre los muchos fenómenos subyacentes el que da unidad al concepto y hace que sea uno y no dos.
La otra característica muy intrigante del concepto para Alexander es que tiene que resultar útil. Esta característica es muy simpática para este blog y muy acorde a su fondo e intención, pero no está claro si podría soportar un análisis a cara de perro. Sospecho que muchos querrán dar nombre y elevar a la categoría de concepto nexos de correlaciones que resulten curiosas o amenas, pero para las que no se haya encontrado utilidad propiamente dicha. Tal vez habría que reemplazar útil por conveniente.
En todo caso, es una idea sugerente sobre la que creo que merece la pena meditar.