¿Seré un criptoabsurdista?

Resulta que soy un absurdista y no lo sabía. Kimi 2 describe el absurdismo así:

El absurdismo es la visión filosófica según la cual los seres humanos buscan perpetuamente un sentido, mientras que el universo mismo es silencioso o indiferente, produciendo un choque que no puede resolverse racionalmente. Como ninguna de las partes cede —nuestro deseo de orden y la “absurdidad” inherente del mundo—, el conflicto es permanente. Esta postura se asocia principalmente con Albert Camus, quien sostenía que las vías de escape tradicionales (el suicidio, el salto religioso de fe) son formas de suicidio filosófico que niegan la contradicción en lugar de afrontarla.

La respuesta de Camus es una aceptación desafiante: hay que vivir plenamente lo absurdo, con lucidez y sin apelaciones. Al abrazar la tensión —creando sentido personal a través de la acción, la imaginación o la simple rebeldía— transformamos la ausencia de propósito externo en una fuente de libertad y dignidad. Así, el absurdismo es menos una doctrina que una invitación a mantener la pregunta abierta, a “imaginar a Sísifo feliz” y a encontrar valor en la propia lucha que primero reveló el vacío.

Aunque igual, tras leer esto, me desdigo.