Incentivos en la cola

Una empresa, un agente económico, tiene delante un mercado y puede plantearse si tratar de satisfacer a la moda o a la cola. A CocaCola no le queda otro remedio que tratar de ser inmensamente popular y gustar a todos; sin embargo, Alfonso Mejía Hostelería S.L. puede plantearse abrir un restaurante de insectos: si en una ciudad de tres millones de habitantes existe un 0.1% interesado en la empanada de coleóptero, puede vivir lindamente.

Sumemos a eso la propensión a pagar. Supongamos que existe un sector en el que la moda no está particularmente interesada en apoquinar pero existen nichos excéntricos mucho más generosos. En ese mercado, los grandes actores sufrirían. Además, las fuerzas centrípetas lo fragmentarían y aparecerían pequeños actores buscando ordeñar los nichos.

Ahora piénsese: periodismo, periodismo, periodismo…