Racionalidad

Cortos

I.

Si X es tan racional, ¿por qué está gordo?

II.

Reduflación (del estado): porque no solo te dan menos chocolatinas por el mismo precio.

III.

Jesús Alfaro resume el libro de P. Crone sobre las sociedades preindustriales y lo compendia en:

  • Asignación de los recursos por herencia, no por el mercado: quién seas es mucho más importante que lo que sabes hacer, especialmente porque no hay mucha especialización
  • Las bondades del nepotismo
  • La concentración del excedente en pocas manos
  • La inseguridad individual elevaba enormemente la importancia de la autotutela por los grupos basados en el parentesco o en estructuras corporativas
  • La importancia del matrimonio monógamo
  • La concepción privada del poder político

IV.

El asunto de los estudios del agravio (en inglés: Grievance Studies affair), […] fue el proyecto de un equipo de tres autores […] para crear artículos académicos espurios y entregarlos a revistas especializadas en estudios culturales, queer, de raza, de género, de aceptación de la obesidad, y de la sexualidad. El intento de los autores con estos bulos fue exponer problemas en los llamados «estudios del agravio», un término que los autores aplican a una subcategoría de estas áreas académicas, en donde, según afirman, «la ciencia deficiente está socavando el trabajo real e importante que se está realizando en otros lugares».

Irracionalidad racional

A cierta gente se a la acusa de irracional por decir cosas como esta:

— ¿Es este el verano más caluroso que recuerdas?
— No, en absoluto. Sin ir más lejos, en 2003…

Se sigue un diagnóstico de irracionalidad: ¿por qué no consulta Vd. los registros históricos de temperatura? ¿No sabe Vd. que la memoria juega malas pasadas? ¡La ciencia sicológica lo tiene plusquamdocumentado!

El problema, sin embargo, estriba en que el diálogo anterior suele ser un extracto de una conversación más larga:

Salvando. tal vez, al homo economicus

Lo del homo economicus siempre ha sido un mito. Pero léase (¡lease!) esto.

El mito/modelo del homo economicus se dio por bueno durante mucho tiempo. Pero hoy está, sorprendentemente, en cuestión; véase esto como ejemplo de e introducción a una extensa literatura fácilmente resumible.

Es sorprendente la irracionalidad del ser humano en lo relativo a la gestión económica de sus asuntos es conocida desde siempre: toda una industria, la publicidad, está construida sobre esa premisa. Retrotrayéndonos, solo ella justifica el éxito de los sofistas y la inquina que parecieron profesarles los caros Sócrates y Platón.

Se ve que los nematodos maximizan la utilidad esperada

La economía clásica supone que los agentes son racionales. Por algún motivo, se ha dado a entender que dichos agentes son seres humanos y de ahí el mito del homo economicus, etc. aunque bien sabemos que pueden ser empresas u otro tipo de organismos no sujetos (directamente) a la tiranía de la endocrinología.

Uno de los descubrimientos de la economía (o de sus críticos, finalmente cooptados) es la de que los seres humanos no actúan necesariamente de acuerdo con los principios axiomáticos sobre los que se basa la economía clásica. Concedido.