Pensiones

¿Quién (qué) pagará nuestras pensiones? Si acaso, el capital humano

El lector habrá encontrado escrita por ahí frases diciendo que estos o aquellos serán quienes paguen nuestras pensiones en el futuro. Sin embargo: Lo que pagará nuestras pensiones es el capital humano que seamos capaces de poner a producir. El capital humano está embebido en seres humanos, sí. Pero no es realista llevar la contabilidad del capital humano contando cabezas. Aunque, concedido, es muchísimo más fácil usar este proxy que agarrar el toro por los cuernos.

Las pensiones de jubilación, insuficientemente explicadas a los jóvenes

Trae NadaEsGratis, el muy revelador blog sobre el estado de la economía académica en España, un artículo mal titulado Las pensiones de jubilación explicadas a los jóvenes en el que trata de explicar en términos sencillitos, cómo funciona eso de las pensiones de jubilación. La RAE define entinema así: Silogismo abreviado que, por sobrentenderse una de las premisas, solo consta de dos proposiciones, que se llaman antecedente y consiguiente; p. ej.

Pensiones: la imagen de las 100 balanzas

Mi última entrada versó sobre el asunto de las pensiones. En esta quiero volver sobre el asunto de otra manera por dos motivos. El primero, porque pensé que hacía falta buscar una imagen mucho más gráfica para representar las ideas que allí se contenían; el segundo y más fundamental, porque creo haberla encontrado. Al hablar de pensiones, la imagen primera que se nos representa es la de una balanza. El que la palabra equilibrio y sus derivadas estén siempre presentes en las discusiones al respecto es buena prueba de ello.

¿"Resolverá" la inmigración el "problema" de las pensiones?

I. Esta es una entrada que versa sobre la sostenibilidad de las pensiones. Se centra en las contributivas, las normales, dejando de lado otras cosas que se llaman pensiones pero que ameritan un tratamiento distinto y específico. Por centrar ideas, trata de aquellas pensiones que se financian a partir de las contribuciones de los trabajadores, ese 28.3% del salario —para los autónomos funciona de otra manera distinta en la que no se abundará— que va a parar a la Seguridad Social mensualmente.