Supervivencia

¿Por cuánto te retirarías?

La entrada de hoy puede resultar un poco tonta, casi de autoayuda barata. Hay cuestiones que a uno lo interpelan directamente y otras que no. Depende de las circunstancias de cada cual. Las navidades pasadas alguien me preguntó medio de pasada lo siguiente: ¿cuánto dinero te hace falta para retirarte (y no trabajar más)? La respuesta es irrelevante; el proceso mental para llegar a ella, también. Lo que ha traído el asunto aquí, sin embargo, es que al pensar en el asunto y mirar con perspectiva financiera y no solo financiera los años que me quedan por delante, aparecieron opciones (al margen de las inercias cotidianas).

Colapso demográfico, colapso del capital humano

Huele a decadencia. Así terminaba la anterior entrada de este blog y así principia la de hoy. Llevo tiempo siguiendo muy en diagonal, de reojo, la realidad, las noticias: solo traen ruido. Descontado, ruido no deja de tener su función y si respondemos a él correctamente el 51% de ls veces, caminaremos en una dirección no muy alejada de la conveniente. Pero mi inapetencia por el chascarrillo cotidiano tiene mucho que ver con el hecho de que enmascara lo que entiendo que se ha convertido en la mayor amenaza para nuestras sociedades (y, particularísimamente, la española): el colapso demográfico y, especialmente, el colapso del capital humano.

Ferrovial se va a Holanda: lo que no he visto discutir

Para quién me lea desde lejos o mucho después: en estos días se ha sabido que Ferrovial, una de las principales empresas constructoras (y de gestión de infraestructuras, debería añadir) quiere mudarse a Holanda. Se ha escrito mucho la respecto, pero he echado en falta dos cuestiones importantes. Para ilustrarlos, es conveniente repasar los conceptos de pozo y barrera de potencial, ilustrados en el siguiente gráfico: Una partícula preferirá situarse en el derecho que en el izquierdo.

Cómo construir telescopios

La regla de Thompson para fabricantes bisoños de telescopios dice: Es más rápido construir un telescopio con un espejo de cuatro pulgadas y luego uno de seis pulgadas que construir un telescopio de seis pulgadas. Este y otros consejos de la misma especie —originalmente pensados en el ámbito de la informática pero que aplican mucho más allá de ella— pueden encontrarse en Programming pearls: bumper-sticker computer science de Jon Bentley.

Ciencia y mentiras piadosas

En una entrada del blog de Andrew Gelman (que habla de un problema más concreto, pero que puede extenderse a otras áreas de la ciencia), se lee, con mi traducción: [L]a divulgación de resultados médicos tiene frecuentemente dos objetivos en conflicto: 1) dar a conocer el hecho científico y 2) fomentar el comportamiento saludable, y estos objetivos pueden no estar alineados. En medicina, claro. ¿Y en cuántas áreas más? ¿En qué grado hay que descontar las verdades científicas que nos cuentan?

La supervivencia del Future Fund

Un blog con el nombre e intención del presente, no podía dejar de hacer eco de una noticia —me perdonarán por ello los lectores mejor informados— bien conocida: la quiebra del fondo Future Fund (FF en lo que sigue). No sé si para cuando se publique esta entrada seguirá existiendo el portal del FF. Así que extraigo de él la información más relevante. El FF es un fondo filantrópico que invierte en y subvenciona proyectos encaminados a mejorar las perspectivas a largo plazo de la humanidad.

Mastodon: futuros posibles

Todos sabemos que Elon Musk ha completado finalmente la compra de Twitter y que eso ha provocado cierto interés por plataformas alternativas, principalmente Mastodon. En esta entrada quiero especular con dos posibles escenarios futuros para esta plataforma. La tensión entre Mastodon y Twitter es clásica y bien conocida: véase The Cathedral and the Bazaar, toda la discusión que generó y lo que la evidencia histórica nos dice acerca de cómo fueron evolucionando las cosas.

¿Cómo (no) evaluar una heurística?

Esta breve entrada continua y remata la de la semana pasada. Allí discutía como la racionalidad de una heurística —incluyendo las ideologías y sin entrar a evaluar qué es racional— no puede ser nunca el criterio de bondad. Entonces, ¿qué hace buena a una determinada heurística? Podría resumir aquí la discusión de Gigerenzer sobre cómo los beisbolistas atrapan las pelotas, pero el lector interesado lo puede consultar por su cuenta —se le recomienda encarecidamente— en A Simple Heuristic Successfully Used by Humans, Animals, and Machines: The Story of the RAF and Luftwaffe, Hawks and Ducks, Dogs and Frisbees, Baseball Outfielders and Sidewinder Missiles—Oh My!

¿Una ética a prueba del paso del tiempo?

A Holden Karnofsky le aterra pensar qué dirán de él en el futuro. Nos lo cuenta en Future-proof ethics donde viene a decir que la ética del sentido común imperante en un momento histórico concreto no ha funcionado correctamente y se plantea la conveniencia o necesidad de adecuar su comportamiento al nivel de exigencia ética del futuro. Supongo que para que no le pasen a sus estatuas lo que a las de Colón, supongo.

¿Quién construye las cosas?

Cuenta Émile-Auguste Chartier en su obra Propos d’un Normand 1906-1914 de 1908 cómo construían los polinesios sus canoas: Tout bateau est copié sur un autre bateau… Raisonnons là-dessus à la manière de Darwin. Il est clair qu’un bateau très mal fait s’en ira par le fond après une ou deux campagnes, et ainsi ne sera jamais copié… On peut donc dire, en toute rigueur, que c’est la mer elle-même qui façonne les bateaux, choisit ceux qui conviennent et détruit les autres.

Se ve que los nematodos maximizan la utilidad esperada

La economía clásica supone que los agentes son racionales. Por algún motivo, se ha dado a entender que dichos agentes son seres humanos y de ahí el mito del homo economicus, etc. aunque bien sabemos que pueden ser empresas u otro tipo de organismos no sujetos (directamente) a la tiranía de la endocrinología. Uno de los descubrimientos de la economía (o de sus críticos, finalmente cooptados) es la de que los seres humanos no actúan necesariamente de acuerdo con los principios axiomáticos sobre los que se basa la economía clásica.

La disidencia, ¿"bug" o "feature"?

Esta entrada es producto de unas reflexiones que me vinieron a la cabeza el otro día mientras un par de antivacunas se explicaban larga y redundantemente. No era gente estúpida —ambos eran físicos, uno de ellos doctor— pero como los argumentos —ya sabemos que el logos no es la mula sino el carro, ¿no?— me aburrían, me entretuve ponderando la siguiente hipótesis, que convengo, es altamente hipotética. Sabemos, y ya nos lo dijo Aristóteles, que somos animales políticos (o sociales).