Sobre la no supervivencia de Ciudadanos

Vaya por delante que el autor de estas líneas habría emigrado de buen grado a una dictadura cuyos principios rectores fuesen los del programa fundacional de Ciudadanos. Al menos, aquel que se fue desgranado tema a tema en una serie de actos realizados en 2014 (¿2015?) y que constituyeron además la presentación del partido en el ámbito nacional. El autor asistió en persona a uno de ellos, celebrado en el Teatro Goya de Madrid y que formaba parte del ciclo dedicado a las medidas económicas.

Lo único que al autor encontró chirriante —¿y populista?— de Ciudadanos a lo largo de estos años fue su insistencia en que habrían de ganar las elecciones, en que Rivera habría de convertirse en el próximo presidente, etc. Supongo que no habrá manual para realizar campañas electorales que invite no hacerlo —y con cara, además, de creérselo—. Pero se habría agradecido desde el primer momento un discurso mucho más acorde a las expectativas que entonces se tenían y construido alrededor de los puntos siguientes:

  • No vamos a ganar las elecciones, pero esperamos conseguir un buen resultado.
  • Vamos a tratar de ser necesarios para, si no la conformación, sí el sostenimiento del gobierno que vendrá.
  • Desde esa posición de relativa fuerza, vamos a tratar de plasmar en el BOE lo más que podamos de este nuestro programa.

Solo dos partidos bisagra eficaces puede citar este no experto en política: los partidos verdes en una serie de países, como Alemania, y el PNV, en España. En ambos casos se trata de partidos que no han tenido remilgos en establecer alianzas con partidos de casi cualquier tendencia con el fin de avanzar lo más posible su programa —conservacionista y de cosas muy similares, además—. Se trata en ambos casos de partidos con unas fidelidades muy fácilmente reconocibles y, a la vez, muy fácilmente defendibles, que no plantean serias disyuntivas —¿los ciervos o los lobos?, ¿los alaveses o los vizcaínos?—.

Ni los votantes de los partidos verdes ni los del PNV aspiran a ganar las elecciones. Aspiran, a lo más, a que el ascua se arrime un poco más a su sardina. Eso es lo que no han sabido hacer el CDS o UPyD en su día o Ciudadanos hoy y eso es lo que, en última instancia, los ha matado.