Mitos y modelos (o Bueno y Box)

Escribe Gustavo Bueno que:

En tanto que los mitos asumen el papel de interpretar el mundo, sus efectos pueden ser diversos. Hay mitos luminosos y esclarecedores. Hay mitos ambiguos o claroscuros. Y mitos oscurantistas y confusionarios.

Dicen que dijo G. Box:

All models are wrong, but some are useful.

¿NO vienen a decir, en el fondo, lo mismo?

Sostener que "la ciencia respalda la energía nuclear" implica indirectamente que la economía no es una ciencia

Se expande por ahí la particular especie de que la ciencia —¿con mayúscula tal vez?— respalda el uso de la energía nuclear. Lo cual es solo parcial e interesadamente cierto.

Trolley problem

Las ciencias duras, por supuesto, no pueden dejar de indicar que la energía nuclear, tal cual se operacionaliza hoy, es segura, etc. (Aunque no se puede olvidar que el grado de seguridad bajo el que debiera operar una instalación nuclear no es una categoría que pertenezca y se pueda resolver en el seno de una ciencia dura: exige un análisis que la sobrepasa.)

Tres perspectivas sobre el asunto de la meritocracia

Retomo el debate sobre la meritocracia, que ya ha aparecido en estas páginas en un par de ocasiones previas menos por gusto que por necesidad. Desgraciadamente, existe hoy en día y, al menos, en la parte del globo que habito, un preocupante debate al respecto que nos obliga a reflexionar, posicionarnos y, por supuesto, en el ámbito de nuestra esfera privada y familiar actuar en consecuencia.

Lo que quiero dejar descritas hoy son tres posturas que he identificado acerca de la meritocracia. No quiero, de todos modos, negarme a pensar que pueda haber otras o que un par de las que considero no puedan considerarse variantes o, al menos, mutuamente compatibles. Las quiero denominar postura metafísica, cuantitativa y pragmática.

Ensayo de una definición de mérito con lejanas reminiscencias termodinámicas

Vuelvo al asunto del mérito (vs suerte), que ya traté en otra ocasión, y que habrá de servirme de apoyo en una entrada futura sobre el asunto. Porque pensando sobre ella he venido a darme cuenta de que no cuento con una definición satisfactoria de mérito en las coordenadas desde las que se escriben estas páginas.

Mérito se suele contraponer a la suerte, aunque sea implícitamente, como en el siguiente fragmento (extraído del enlace anterior):

Sobre la multiplicidad (creciente) de los "bottomlines"

El 13 de septiembre de 1970, Milton Friedman escribió un influyente artículo en el NYT, The Social Responsibility Of Business Is to Increase Its Profits. En él se plantea el problema de la gestión empresarial como uno que los matemáticos entenderían como bien planteado: gestionar una empresa consiste en combinar los factores de producción de tal manera que se maximiza una única función, el beneficio, sujeta a una serie de restricciones (o constraints, en la jerga de la optimización) relacionadas con el cumplimiento de las normas de índole laboral, medioambiental, etc.

Discusiones en grado "meta"

En términos muy gruesos, cierto tipo de discusiones pueden categorizarse en dos categorías: la positiva y la meta. La siguiente imagen permite ilustrar la diferencia a la perfección:

Atajo

En una discusión positiva se criticaría a quienes toman el atajo: existe una norma casí explícita —camínese por la senda provista a tal efecto—, pero unos cuantos avispados reinterpretan o desnaturalizan lo que debe hacerse y eso, necesariamente, es cuestionable. En una discusión meta, sin embargo, uno podría comenzar cuestionando desde el principio el trazado de la senda para acabar, probablemente, justificando el uso del atajo.

Lo que la inteligencia artificial nos enseña sobre los "valores humanos"

La robótica, la inteligencia artificial (AI en lo que sigue) y disciplinas anejas son una (fructífera) trituradora de conceptos que muchas veces damos por sentado. Ya se ha utilizado aquí al discutir la dualidad entre el cuerpo y el alma y hoy toca utilizarla para analizar qué hay detrás de eso que llamamos valores humanos.

Dicen que el papel lo aguanta todo. Uno puede escribir cualquier retahíla de non sequiturs en un folio y escritos quedan. Incluso pude que alguno los dé por buenos y valiosos. Pero uno escribe una incoherencia en el código que gestiona un dispositivo robótico —o en un sistema de AI; o incluso en un humilde script en Python— y si aquello no se adhiere a la más estricta lógica, lo menos malo que puede ocurrir es simplemente que nada funcione.

Sobre los "nudges"

Recopilo aquí una serie de ideas sobre los llamados nudges —a veces traducidos al español como empujoncitos— que he recopilado de diversas fuentes.

En primer lugar, una definición tomada de On the Supposed Evidence for Libertarian Paternalism, según la cual, un nudge es:

Un conjunto de intervenciones para corregir los sesgos estables de las personas explotándolos para modificar sus decisiones hacia las que tomarían ellos mismos de ser racionales.

Esa definición es demasiado amplia y podría incluir, por ejemplo, el código de circulación. Lo que caracteriza a los nudges como intervenciones es que:

Spiegelhalter sobre beber vs conducir: una puntualización

Hace unos años, un estudio extenso sobre los riesgos del consumo de alcohol, fue recogido en los medios con titulares alarmando sobre cómo incluso consumos minúsculos representan un riesgo para la salud. No es sitio este para entrar en la forma y en el fondo del debate. Solo quiero analizar bajo la perspectiva propia de estas páginas unas declaraciones de David Spielgelhalter al respecto recogidas en No safe level of alcohol consumption, major study concludes. En dicho artículo afirma que (con mi traducción):

Hobbes sobre la moralización y la resolución de disputas

El otro día participé en un breve debate sobre una de las consecuencias del proceso de moralización donde resonaban ecos de un asunto que ya traté hace unos meses.

Por referencia y por tenerlo a mano, me he permitido pues rescatar y traducir un párrafo de Joseph Heath (de su libro sobre los principios filosóficos del cambio climático):

Se suele dar por bueno que la pluralidad de valores representa un obstáculo sustancial para el desarrollo de las políticas públicas y que, por tanto, la manera de proceder es determinar quién está en lo cierto y quién está equivocado. La aparición del liberalismo en los principios de la era moderna está basada en el rechazo a dicho planteamiento. En el Leviatán, Thomas Hobbes rompió con la tradición de la filosofía política occidental al rechazar la discusión sobre lo bueno, argumentando que es esencialmente irresoluble (“aquello que sea el objeto del apetito o deseo de un hombre; eso es lo que él o los suyos llamarán bueno”). Hobbes observó que, a pesar de las disputas que puedan surgir entre ellos, los individuos se benefician de las relaciones de cooperación con los demás. De esta manera, Hobbes estableció una serie de principios para la organización de la sociedad civil que no cuestionan lo que cada individuo considera bueno. Su objetivo era el de desarrollar principios que pudieran guiar las políticas públicas a pesar del desacuerdo acerca de las cuestiones relativas a lo que es bueno.

Sexo-género vs cuerpo-alma

Soy muy ignorante acerca del debate sobre la dualidad sexo-género y los argumentos e intenciones de tirios y troyanos en él. Pero anoche me entretuve en escuchar —sin prestar mucha atención— una conferencia sobre el asunto durante la cual y en una breve digresión, el ponente mencionó de pasada la antigua dualidad cuerpo-alma.

Simplificando mucho, hubo una época en que cierta gente se entendió que existían dos mundos paralelos y prácticamente (o problemáticamente) inconexos, el de las ideas y el de las cosas, que la conciencia habitaba en uno de ellos, el cuerpo en el otro, etc.

La cooperación, un arma de doble filo

De la cooperación (entre individuos) siempre suele predicarse en positivo. También de aquellas tecnologías que permiten resolver problemas de coordinación, aquellos que dificultan la cooperación entre los individuos. No está claro qué está ocurriendo cuando se procede de tal modo: ¿Se da por hecho que la cooperación es siempre positiva? ¿Se da implícitamente por conocido y sin necesidad de demostración que las oportunidades para una colaboración con un efecto positivo exceden las de una colaboración con un efecto negativo? ¿Otras?

La ley y sus condiciones iniciales

Dos echan algo a suertes, a cara o cruz. Uno toma una moneda, la deposita sobre la palma de la mano, la empuja suavemente hacia arriba, la moneda asciende apenas dos centímetros y, sin llegar a rotar, cae otra vez sobre la palma en la misma posición de partida. Difícilmente podría aceptarse el resultado.

Uno querría ver la moneda trazar un arco suficiente y constatar que rota cierto número de veces en el aire. En definitiva, uno querría asegurarse que se rompe la influencia de las condiciones iniciales en las que fue lanzada en la moneda sobre el resultado final.