Mala Ciencia

El negocio de vender aceite de palma fresco como usado y otras noticias sobre economía igualmente acatarrantes

El comentarista Dispatching from the Global South proporciona un análisis bastante completo de la cuestión que plantea Alex Tabarrok aquí. Se pide comparar la regulación italiana que exige un parte médico para ir al gimnasio o correr un maratón con la del estado de Virginia que obliga a revisar el coche anualmente para poder conducirlo.

Hannah Ritchie tiene un blog, Sustainability by numbers, en el que hace lo que se espera de su nombre. Dos de las últimas entradas que he leído prestan atención a la cantidad de comida que se produce (cada vez más, a pesar de los estragos que dizque acarrea el cambio climático que vivimos) y la cantidad de gente que muere por desastres naturales, sin un patrón claro si se obvian los terremotos.

Sobre la función de las ciencias sociales

Esta entrada es prácticamente un resumen de la parte fundamental de esta otra. En dos frases:

  • Antaño se hacía ciencia social porque se esperaba de ella que acabase con los problemas del mundo.
  • Hoy en día, esa ilusión se ha desvanecido; hoy en día se hace ciencia social porque la alternativa a hacer ciencia social no es “no ciencia social” sino “mala ciencia social”.

Sobre el lastimoso estado de la ciencia económica española y algunos asuntos más

A nadie se le escapa el lastimoso estado al que ha decaído NadaEsGratis en los últimos tiempos. Se preguntaba estos días, como si no ocurriesen suficientes cosas en el mundo, sobre si puede la prescripción de actividad física mejorar la salud mental. Mientras en otras latitudes, se publican cosas que tratan de guiarnos dentro del revuelto mundo actual, como los efectos de las políticas de Trump en el mercado de deuda, la conveniencia o no de un fondo soberano de criptomonedas o el estudio del impacto de las políticas de diversidad en los consejos de administración de las empresas aprovechando tácticamente un experimento natural.