Sociología

Víctor Lapuente ha escrito "Inmanencia"

El otro día asistí a una charla de Víctor Lapuente en la Fundación Rafael del Pino. Como advirtió el ponente, no tenía un único arco argumental, pero uno de los más evidentes era:

  • En las últimas décadas, ha decrecido el interés por la religión.
  • Pero el sustituto de la religión no ha sido un racionalismo ateo a lo, digamos, Diderot.
  • Sino una serie de creencias dispares: ocultismo, ovnis, energías, etc.
  • Que aunque dispares, tienen un elemento común: giran alrededor del bienestar del sujeto ahora.
  • Es decir, no tienen una dimensión trascendente.

Lapuente ha escrito un libro, Inmanencia, inspirado en el anterior hilo argumental y sus consecuencias sociales. Lo ha llamado “Inmanencia” usando el término como opuesto (no quiero decir antónimo a propósito) de trascendencia.

¿Por qué los sociólogos tienen una visión tan negativa de la desintermediación de la cooperación?

Somos relativamente prósperos porque cooperamos con otros. Eso no lo discute casi nadie.

Existen varios mecanismos de cooperación entre humanos. Joseph Heath, en un artículo que leí hace tiempo, los clasificaba en tres grandes grupos:

  1. Los que funcionan en pequeños entornos (p.e., familias o aldeas), que operan bajo un principio que podría denominarse de supervisión por pares y que tiene el conocidísimo problema de no escalar con el tamaño de grupo.
  2. Los sistemas jerárquicos, en los que una burocracia vigila el cumplimiento de las tareas que tienen asignadas los miembros de la comunidad. Así funcionan el estado y muchas empresas y otro tipo de organismos e instituciones.
  3. Los sistemas voluntarios, los mercados, capaces de permitir la cooperación a escala planetaria de manera razonablemente eficiente.

A veces me pregunto en cuál de los tres apartados cabe clasificar otros vehículos de la colaboración entre personas como las organizaciones sin ánimo de lucro, etc., pero no es eso lo que quiero discutir aquí hoy. Lo que es cierto es que vivimos insertos en círculos de colaboración distintos que operan bajo versiones de los tres mecanismos: a veces nos coordinamos con agricultores indonesios al comprar cruasanes con aceite de palma; a veces, con los jubilados de hoy en día al pagar nuestras cuotas de la seguridad social o con el resto de los trabajadores de nuestra empresa al ordenar alfabéticamente unas fichas porque nos lo ha pedido nuestro jefe; finalmente, a veces, con nuestras familias al realizar tareas domésticas.

Cortos

I.

En el París del mayo del 68 ya se sabía que los problemas sociales eran puros constructos, quiénes los fabricaban y cómo acabar expeditivamente con ellos (fuente):

When the last sociologist has been hung with the guts of the last bureaucrat, will we still have “problems”?

II.

EsadeEcPol es nuestra particular factoría de problemas sociales.

III.

¿En manos de quién está la opinión pública? Según Jorge San Miguel:

[…] Coalición que cuenta además con la simpatía del estrato sociológico al que pertenece buena parte del periodismo de tropa en todos los medios, sea cual sea su línea editorial: universitarios precarizados.