Cortos

Arte y cultura contemporáneos y cuatro asuntos más

I.

No lo puede escribir mejor The Economist aquí:

Los artistas que repudian el apoyo de sujetos como Baillie Gifford tienen concepciones ingenuas sobre el poder e infantiles sobre la moral. Si lo que anhelan es la pureza, están en el negocio equivocado.

II.

Sobre la eficacia de los confinamientos (y medidas similares) durante la pandemia: una visión estatista y otra que no es.

III.

Escribe John Cochrane (aquí):

Un último argumento a favor de la IA. Las tasas de natalidad se están desplomando. Quizás las personas artificiales estén llegando justo a tiempo. […] podríamos obtener los beneficios ambientales de tener menos personas con los beneficios económicos de tener más.

Sobre el papel del azar en el comportamiento ético y algunos otros asuntos más

I.

Sabine Hossenfelder da en Why Bitcoin Mining is Good for the Environment – And why it isn’t una serie de argumentos por los que el Bitcoin pudiera no ser tan malo en algunos casos. El resumen es:

  • Hay lugares alejados en los que sobra energía.
  • Por estar alejados, no es factible exportar esa energía.
  • Pero sí que podría usarse para minar bitcoins (que se transportan muy fácilmente) y aprovecharla.

Puede ser, pero ¿seguro que es el bitcoin el único uso que se le puede dar a esa energía? En una zona habitada, la energía tiene muchos usos potenciales y minar bitcoins es uno de los menos rentables: queda desplazado por otros. En esos lugares remotos, el número de usos potenciales de la energía es más reducido y el bitcoin podría ser competitivo frente a otros. Pero hace mal Sabine en no plantear que el bitcoin podría ser un second, third, o fourth best en muchos casos.

Sobre el control de alquileres y cuatro asuntos más

I.

Trae (¡trajo!) The Economist un muy buen artículo sobre el estado actual de lo que se llamó el estado del bienestar. Es corto y merece ser leído íntegramente.

II.

Mucha de la gente que se mofa de los terraplanistas es luego partidaria del control del precio de los alquileres. Para esa pardójica intersección, tres enlaces:

III.

Antonio Cabrales habla aquí sobre la libertad de salarios de los profesores, descubre efectos positivos de esa política en algunos estudios de EEUU y se ve obligado a disculparse como una beatona:

Sobre la financiación de la Gran Exposición de 1851 y cuatro asuntos más

I.

Este es un artículo muy mejorable en defensa de lo que llama lenguaje técnico (en derecho y, en particular, en las sentencias). Argumenta alrededor de un hombre de paja: 1) que el lenguaje técnico es uno en el que se usan términos técnicos y 2) que la complejidad del lenguaje en las sentencias es producto de usar lenguaje técnico.

Puede engañar a su público, sobre todo al que ya esté convencido de antemano. Pero todos deberíamos tener intuiciones más próximas a la verdad sobre cuáles son las fuentes de la complejidad en el lenguaje y conocimiento de esta última sin más que escribir en la ventanita correspondiente del navegador algo así como cuantification of language complexity.

Sobre el blog de Joseph Heath y cuatro asuntos breves más

I.

Perece ser que el blog de Joseph Heath, In Due Course, vuelve a estar en línea. Jesús Alfaro tiene una serie de artículos y resúmenes sobre él listados aquí.

Con el blog de Heath, además, vuelve a estar disponible esta maravilla.

II.

El capital humano se puede escindir —al menos, teóricamente— en dos: el que es puramente económico y el que no (p.e., educación, cultura, etc.). Si uno traza dos ejes, coloca a la gente sobre ellos y luego se pregunta cosas como ¿a quién votan en cada cuadrante? obtiene resultados que se detallan aquí. Allí encontrará también

¿Qué me cuenta Vd. de España? (y cuatro historias más)

I.

Dos artículos de Alberto Olmos en El Confidencial, ambos más profundos de lo que parece, y que recogen muy bien el sentir de estas páginas sobre el asunto:

El segundo principia con tres párrafos enmarcables:

Con los años uno ha entendido que existen numerosos instrumentos creados expresamente para manipular la realidad, y que atienden a nombres un tanto confusos, pues se presentan como “documental”, “biografía”, “reportaje” e incluso “Historia”. De niño, de adolescente, no lo veíamos así. Cuando un libro decía ser la biografía de Hitler, pensaba el párvulo que ese libro era todo verdad, pues de Hitler únicamente se podía hacer una biografía, ya que sólo había vivido una vida, y bastaba con poner negro sobre blanco su peripecia. En realidad, de Hitler se pueden hacer muchas biografías y todas distintas, y alguna hasta amantísima. Cuando algo nos cuenta la verdad, esto es, cuando dice no contener ni una gota de ficción, miente por completo. Esto es rarísimo, porque nos lleva a concluir, por el extremo opuesto, que una película de ficción acaso contenga más verdad que un documental inmaculado.

Cortos

I.

Un modelo mental para explicar por qué la gente sigue confiando en los medios establecidos (como The Guardian) a pesar de su mediocridad (recuérdese el efecto Gell-Mann), extraído de aquí:

  • Hay cuatro tipos de medios:
    • Medios independientes de calidad
    • Medios independientes pésimos
    • Basura para atraer clics
    • Medios como The Guardian (o El Mundo, o…)
  • Es difícil distinguir los tres primeros entre sí.
  • Pero todo el mundo reconoce The Guardian (que, por otra parte, no te tiende a engañar demasiado)

II.

Siete opiniones basadas en la evidencia con las que concuerda Scott H. Young pero la gran masa no:

Cortos

I.

Sabine Hossenfelder explicando por qué abandonó la academia (en este vídeo). Merece especial atención el contraste entre la visión externa, idealizada del proceso de la investigación científica con el interno e institucional. Me hizo recordar a muchas cosas que gente como Gustavo Bueno o Bruno Latour han escrito al respecto.

Dos comentarios adicionales:

  • La chavalada —tan expuesta a la interpretación romántica de la cosa, tal como se difunde por doquier— debería ver el vídeo.
  • Si eso sucede en física, ¿qué no ocurrirá en economía o sociología?

II.

El esquema es sl siguiente:

Cortos

I.

Motivos para dejar de seguir la actualidad en los medios habituales:

  • No dejan de denunciar presuntos problemas sociales.
  • Presentan la intervención gubernamental como la única solución a dichos problemas.
  • Promueven el anumerismo.
  • Fomentan el sesgo de deseabilidad social.
  • Incitan el apoyo para sus propias cruzadas mediáticas.

De mi propia cosecha, añadiría (con cierto solape) que hablan de cosas que, bien mirado, no afectan para nada a la vida de uno (y, dualmente, sobre los que uno tiene muy poca palanca).

Cortos (sobre el altruismo efectivo, la energía nuclear, el utilitarismo, etc.)

I.

Aquí, sobre el peligro de que un movimiento tan racional como el altruismo efectivo acabe convertido en un absurdo.

II.

Tyler Cowen sobre los peligros, retos y oportunidades de las empresas enormes en países pequeños (como Novo Nordisk en Dinamarca), aquí.

III.

El Gobierno anuncia subida del 40% de la “tasa Enresa” para gestionar residuos radiactivos. Parte del incremento del precio se debe a que

la selección de siete ATD en lugar de un único Almacén Temporal Centralizado es una “decisión estratégica de política energética nacional” y que cuenta con apoyo “social y político”.

Cortos

I.

Si X es tan racional, ¿por qué está gordo?

II.

Reduflación (del estado): porque no solo te dan menos chocolatinas por el mismo precio.

III.

Jesús Alfaro resume el libro de P. Crone sobre las sociedades preindustriales y lo compendia en:

  • Asignación de los recursos por herencia, no por el mercado: quién seas es mucho más importante que lo que sabes hacer, especialmente porque no hay mucha especialización
  • Las bondades del nepotismo
  • La concentración del excedente en pocas manos
  • La inseguridad individual elevaba enormemente la importancia de la autotutela por los grupos basados en el parentesco o en estructuras corporativas
  • La importancia del matrimonio monógamo
  • La concepción privada del poder político

IV.

El asunto de los estudios del agravio (en inglés: Grievance Studies affair), […] fue el proyecto de un equipo de tres autores […] para crear artículos académicos espurios y entregarlos a revistas especializadas en estudios culturales, queer, de raza, de género, de aceptación de la obesidad, y de la sexualidad. El intento de los autores con estos bulos fue exponer problemas en los llamados «estudios del agravio», un término que los autores aplican a una subcategoría de estas áreas académicas, en donde, según afirman, «la ciencia deficiente está socavando el trabajo real e importante que se está realizando en otros lugares».

Cortos

I.

Mujeres, STEM, matemáticas, y todos los problemas sociales concomintantes, discutidos aquí.

II.

Sobre si la bidenomics funciona o no, dice Tyler Cowen que:

El mayor problema es que aún no está claro si estas inversiones van a ser rentables. Se están financiando con préstamos, no con subidas de impuestos o recortes en otras partidas. Siempre se puede aumentar los salarios y el empleo a corto plazo mediante inversiones financiadas con dinero prestado. La pregunta crítica es si esas inversiones tendrán éxito a largo plazo.