Moral

Hobbes sobre la moralización y la resolución de disputas

El otro día participé en un breve debate sobre una de las consecuencias del proceso de moralización donde resonaban ecos de un asunto que ya traté hace unos meses.

Así, por referencia y por tenerlo a mano, me he permitido rescatar y traducir un párrafo de Joseph Heath (de su libro sobre los principios filosóficos del cambio climático):

Se suele dar por bueno que la pluralidad de valores representa un obstáculo sustancial para el desarrollo de las políticas públicas y que, por tanto, la manera de proceder es determinar quién está en lo cierto y quién está equivocado. La aparición del liberalismo en los principios de la era moderna está basada en el rechazo a dicho planteamiento. En el Leviatán, Thomas Hobbes rompió con la tradición de la filosofía política occidental al rechazar la discusión sobre lo bueno, argumentando que es esencialmente irresoluble (“aquello que sea el objeto del apetito o deseo de un hombre; eso es lo que él o los suyos llamarán bueno”). Hobbes observó que, a pesar de las disputas que puedan surgir entre ellos, los individuos se benefician de las relaciones de cooperación con los demás. De esta manera, Hobbes estableció una serie de principios para la organización de la sociedad civil que no cuestionan lo que cada individuo considera bueno. Su objetivo era el de desarrollar principios que pudieran guiar las políticas públicas a pesar del desacuerdo acerca de las cuestiones relativas a lo que es bueno.

Sexo-género vs cuerpo-alma

Soy muy ignorante acerca del debate sobre la dualidad sexo-género y los argumentos e intenciones de tirios y troyanos en él. Pero anoche me entretuve en escuchar —sin prestar mucha atención— una conferencia sobre el asunto durante la cual y en una breve digresión, el ponente mencionó de pasada la antigua dualidad cuerpo-alma.

Simplificando mucho, hubo una época en que cierta gente se entendió que existían dos mundos paralelos y prácticamente (o problemáticamente) inconexos, el de las ideas y el de las cosas, que la conciencia habitaba en uno de ellos, el cuerpo en el otro, etc.

La cooperación, un arma de doble filo

De la cooperación (entre individuos) siempre suele predicarse en positivo. También de aquellas tecnologías que permiten resolver problemas de coordinación, aquellos que dificultan la cooperación entre los individuos. No está claro qué está ocurriendo cuando se procede de tal modo: ¿Se da por hecho que la cooperación es siempre positiva? ¿Se da implícitamente por conocido y sin necesidad de demostración que las oportunidades para una colaboración con un efecto positivo exceden las de una colaboración con un efecto negativo? ¿Otras?

Principios de moral

En esta entrada voy a establecer primero y discutir mínimamente después unos principios de la moral. Más que como verdades ontológicas —sobre lo que no me pronunciaré— lo haré como una perspectiva —que estimo muy fructífera— que nos permite entender y razonar sobre los problemas morales.

Los tres principios de la moral

  • Moral, ética y comportamiento/conducta son sinónimos. Toda conducta es moral.
  • El concepto abarca tanto el comportamiento humano, como el de los animales (las criaturas animadas, en general, incluyendo, p.e., a las amebas) y el de las organizaciones sociales de todo tipo (empresas, grupos terroristas, estados, etc.)
  • El criterio que permite juzgar el comportamiento de un sujeto es su relación su supervivencia: será bueno/malo aquello que favorece/pone en riesgo su supervivencia.

Discusión