Economía

La paradoja de la escasez de vivienda: el caso de Portugal

Esta semana he escrito una serie de cortos sobre vivienda y quiero explayarme en algunos aspectos del llamado problema. En particular, sobre la paradoja que nadie parece discutir a la que hacía mención al final de esa entrada. La voy a ilustrar con un asunto relacionado con nuestro vecino Portugal.

Primero, una serie de hechos conocidos:

  • Portugal es un país que, por motivos que algunos conocen, es incapaz de producir bienes y servicios que deseen los extranjeros.
  • Vive instalado en una especie de molicie económica que fuerza a muchos jóvenes a la emigración.
  • Hace unos años se le ocurrió la feliz idea de crear una visa especial por la que ciudadanos acaudalados de otros países —p.e., nómadas digitales— podían instalarse a vivir en Portugal y disfrutar de una serie de ventajas fiscales.

La idea es estupenda: aunque los productos y servicios portugueses no encuentran compradores fuera, es posible traer a los compradores dentro. Las ventajas son:

Conceptos importantes (pero no lo suficientemente conocidos) para entender lo que ocurre hoy: los anticomunes

El asunto de los comunes y su tragedia es, pienso, sobradamente conocido ya. Pero como concepto o modelo para entender lo que ocurre no es tan útil como el concepto dual de los anticomunes. Le he pedido a Perplexity que me muestre unos cuantos ejemplos de la cosa y, prácticamente me ha escrito la entrada completamente. Me ha dicho:

La literatura cita varios ejemplos para ilustrar el concepto de los anticomunes:

¿Dónde están las cooperativas de viviendas?

Esta entrada plantea una pregunta a la que ya contesté la semana pasada.

El contexto en el que se plantea es el siguiente:

  • El fin de semana pasado hubo una gran manifestación en Madrid para exigir una vivienda más accesible.
  • Da la impresión de que muchos de los manifestantes responsabilizaban a los rentistas (en concreto) y al afán de lucro y al capitalismo (más en general) como los causantes del déficit de vivienda (asequible).
  • Casualmente, el autor de estas líneas se encontraba en casa de sus padres ese día. Dicha casa fue construida por una cooperativa de viviendas en la que participaron docenas de futuros propietarios a principios de los ochenta.
  • En esa época, de hecho, era un procedimiento bastante habitual para construir nuevas viviendas.
  • Pero parece que actualmente, ya no. Según el informe de gestión del 2023 de Concovi, la confederación de cooperativas de vivienda, en 2023 apenas 10k viviendas fueron promovidas por estas cooperativas, un número que lleva un par de años descendiendo desde los máximos de unos 12k en 2021.

La pregunta, ahora, se formula sola: ¿por qué no se organizan todos esos manifestantes en cooperativas para adquirir terrenos y construir viviendas a precio de coste y al margen de ese mercado que tanto, dicen, los desfavorece? No es que —sucede, más bien, al contrario— la legislación ponga trabas a la creación de cooperativas. ¿Por qué —en lugar de protestar— no utilizan estos recursos al margen de ese mercado del que reniegan para construir sus propias viviendas?

Lo que dizque hay que saber sobre las cooperativas no es esto

Esta entrada tiene que ver con la publicación en NadaEsGratis de Sin Patrón: Primer Empleo en una Cooperativa. Es un pequeño artículo que leí con la intención —a priori— de ver mi micromodelo sobre las cooperativas felizmente confirmado una vez más.

Mi micromodelo sobre el asunto es simple: que no funcionan. Sobre el papel, —y en las mentes de muchos— solo ofrecen ventajas; la legislación les proporciona aún más en casi todos los países. Y sin embargo, —Mondragón es la excepción en boca de todos que sirve de confirmación de la regla— las cooperativas desempeñan un papel marginal en la economía.

Más sobre la educación universitaria como industria exportadora

I.

El otro día escribí:

Joseph Heath ha vuelto a bloguear y a escrbir cosas como Canadians should think of higher education as an export industry. España podría también —tiene un enorme mercado pontencial—, pero, para eso habría que… Vamos, que no podría.

El artículo de Heath no dice nada extravagante ni que no se pueda extrapolar fácilmente del título: la educación en Canadá tiene buena reputación y muchos estudiantes de todo el mundo estarían dispuestos a pagar para formarse allí.

Potencia vs rozamiento: el informe Draghi

Todo lo que he leído sobre el reciente informe Draghi —un documento estratégico elaborado por Mario Draghi a instancias de la Comisión Europea que analiza la competitividad económica de la UE—, he tratado de entenderlo sobre un modelo potencia-rozamiento: la UE es un vehículo que queremos que circule más rápido; para ello tenemos dos alternativas: incrementar su potencia o reducir el rozamiento —mejorando su perfil aerodinámico, etc.—.

Algún analista, como Luis Garicano en Is GDPR undermining innovation in Europe?, se ha fijado en algún comentario menor del documento donde se hace mención al rozamiento. Sin embargo, esta es la excepción y no la regla: por lo que el autor ha aprendido de los resúmenes publicados en prensa, Draghi parece abogar por incrementar masivamente el tamaño del motor.

Alchian y Allen sobre el mercado inmobiliario español

Hay dos párrafos muy intrigantes (e inexplicados) en NadaEsGratis. Dicen:

Esta vez es diferente: la burbuja de precios que actualmente vive la vivienda, en contraste con la de 1998-2007, ni tiene volumen ni está alimentada por el crédito. A los precios actuales, las viviendas solo son asequibles para pocos. Por eso se edifican pocas. Si la mayoría no puede comprarlas, los promotores no las hacen. Los jóvenes retrasan su emancipación, comparten alquileres y no crean los hogares propios que necesitan para desarrollar su vida. En contraste, un fuerte volumen de suelos urbanizables pendientes de completar su desarrollo dibuja un paisaje de descampados que, en muchas ciudades, persiste desde hace más de 15 años.

Tasa de descuento en t, tasa de descuento en d

Al hilo de esta discusión sobre si las políticas nacionales de un país deberían tener en cuenta únicamente a su población o a la de todos los países, recuerdo a mis lectores que:

  1. Tendemos a descontar el impacto de los hechos futuros.
  2. Los economistas cuantifican esa tasa de descuento, que es la que subyace a (o se identifica con) los tipos de interés.
  3. Y que, análogamente, descontamos los hechos que pasan lejos.

Además, ese descuento opera de manera similar a como lo hace el temporal: (simplificándolo todo,) si X sucede en un año, lo valoramos hoy como $(1-r)X$ para cierta tasa de descuento $r$; pero si ha de ocurrir en $n$ años, lo valoramos hoy como $(1-r)^nX$.

Economía y política: dos pares de ejes oblicuos

Discuto hoy otro modelo mental para entender multitud de textos en los que se expone un conflicto entre economía y política. Lo hago en función de dos ejes oblicuos (donde por oblicuo entiendo que no son ortogonales, sino que guardan una cierta correlación).

I. Eje “trade offs” vs eje “equilibrio de poderes”

La economía versa sobre trade-offs: estamos condenados a utilizar bienes escasos y lo que se dedica X no está disponible para Y. La política, en cambio, está más preocupada por los equilibrios de poder entre distintas partes. En ocasiones —recuérdese su carácter oblicuo– ambas perspectivas conducen a una misma solución. Pero en las verdaderamente problemáticas, no.

¿Hemos olvidado de cómo construir (viviendas)?

Unas cuantas noticias de antes de 2008:

Un par de noticias recientes:

Eso necesita ser explicado (y, desde luego, el problema no parece ser tecnológico).

¿Quién (qué) pagará nuestras pensiones? Si acaso, el capital humano

El lector habrá encontrado escrita por ahí frases diciendo que estos o aquellos serán quienes paguen nuestras pensiones en el futuro. Sin embargo:

  • Lo que pagará nuestras pensiones es el capital humano que seamos capaces de poner a producir.
  • El capital humano está embebido en seres humanos, sí.
  • Pero no es realista llevar la contabilidad del capital humano contando cabezas.
  • Aunque, concedido, es muchísimo más fácil usar este proxy que agarrar el toro por los cuernos.

España, en los últimos tiempos, es un país con un flujo migratorio positivo. Pero, ¿cambiaría la cosa si llevásemos la cuenta del capital humano en lugar del de personas?

Mercados de predicciones: ¿sí o no?

Tiene Scott Alexander un promptuario de sobre mercados de apuestas en el que:

  • Se declara partidario entusiasta de su uso.
  • Explica por qué son útiles: p.e., un periodista, en lugar de decir que “se cree que pasará X” puede escribir “la probabilidad de que ocurra X es del Y% según tal mercado de apuestas”, enriqueciendo el debate público.
  • Sostiene y justifica que funcionan mejor que las opiniones de los expertos.
  • Sostiene y justifica que no pueden ser (fácilmente) manipulados (en la práctica).
  • Plantea un análisis coste-beneficio más o menos implícito de de su uso.
  • Critica agriamente el afán de los reguladores estadounidenses por prohibirlos.
  • Explica, además, qué opciones existen para participar en ellos.

Por su lado, Nick Whitaker y J. Zachary Mazlish alegan:

Las pensiones de jubilación, insuficientemente explicadas a los jóvenes

Trae NadaEsGratis, el muy revelador blog sobre el estado de la economía académica en España, un artículo mal titulado Las pensiones de jubilación explicadas a los jóvenes en el que trata de explicar en términos sencillitos, cómo funciona eso de las pensiones de jubilación.

La RAE define entinema así:

Silogismo abreviado que, por sobrentenderse una de las premisas, solo consta de dos proposiciones, que se llaman antecedente y consiguiente; p. ej., el sol alumbra, luego es de día.